Aunque la mayoría opinamos que, cuando votamos, valoramos mucho más nuestras percepciones, que los mensajes que nos dirigen; y aunque los mensajes nos parezcan equivocados, los consideramos intrascendentes para la decisión que tenemos que tomar; sin embargo, no deberíamos quitarles toda la importancia.  

Y es que esos mensajes pueden hacer pensar que los valores al alza son algunos, que la mayoría no aplicaríamos a nuestras vidas. Pongamos por caso: Libertad frente a responsabilidad, Economía frene a la protección de las personas, soberanía nacional sobre soberanía popular.

Cuando deberían ser: Libertad con responsabilidad, economía para la protección a las personas, y soberanía nacional como expresión de la soberanía popular.Pero es que además, y aunque creo que todos sabemos lo importantes que son valores como la libertad, la democracia, la soberanía popular y una saludable economía, esos pilares básicos tienen que ser útiles para los objetivos para los que se crearon: mejorar la vida de las personas. Por eso son imprescindibles, pero no suficientes.

Y es que, en mi opinión, no son menos importantes: Gobernar con responsabilidad, respetando los derechos y necesidades de todos. Al igual que gestionar la economía, como herramienta para el crecimiento que repercuta en el bienestar de todos los ciudadanos.

Por eso creo que deberíamos fijarnos más en el significado de los valores que se defienden, y que al fin determinan nuestro voto. Y por la misma razón, por el fin que perseguimos, deberíamos también rechazar que las motivaciones que nos impulsan sean: Votar contra en lugar de votar para. Porque si nuestros votos no nos valen para poner en el centro a las personas, a todas las personas, y no reconocemos que la política sólo tiene sentido si vale para eso, pues nos quedaremos en palabras huecas y mensajes equivocados. 

*Julia Chamorro Silgado - Cáceres