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Proteger y promocionar el patrimonio y la cultura

Proteger y promocionar el patrimonio y la cultura

Proteger y promocionar el patrimonio y la cultura / EL PERIÓDICO

José Medina Grados

Los que tenemos la suerte de vivir en Cáceres, donde su patrimonio artístico es una verdadera joya y su identidad, sabemos lo mucho que le cuesta a las administraciones el mantenerlo, pero no quiere decir que sean abandonados, como así mismo promocionar la historia, tanto de Cáceres como de sus antepasados, que creo, que es bueno.

Recordar que el preámbulo de la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español establece que: el patrimonio histórico español es el principal testigo de la contribución histórica de los españoles a la civilización universal y de su capacidad creativa contemporánea, protegiendo para el futuro las expresiones artísticas que nos cedieron nuestros antepasados.

Bajo mi criterio, aunque no siempre fue así, en Cáceres existe un poco de abandono de lo que es cultura. Sólo tenemos que hacer un poco de historia y ver, que ninguna administración se preocupe de conservar el patrimonio o mirar un poco hacia atrás y ver personas que fueron grandes cacereños o que en su día fue un día grande para Cáceres.

Escultura: En el paseo de Cánovas existe la de Juan Muñoz Chaves, que según mis conocimientos, fue un gran cacereño, aunque naciera en Bienvenida (Badajoz), pero afincado en Cáceres, solo quiero hacer un pequeño resumen: Se incorporó al Colegio de Abogados en 1877, llegando a ser decano del mismo, presidente de la Cámara Agraria de la diputación, diputado a las Cortes por Hoyos, senador del reino de Granada y por Cáceres. En el año 1909, fue nombrado director general de la Administración Local.

En su día y por suscripción popular, se le hizo una estatua, la cual hubo mucha polémica sobre su ubicación, si en Cáceres o en Badajoz, llegando hacerse un sorteo. La suerte declinó que fuera instalada en Cáceres, donde el 8 de mayo de 1919 fue inaugurada. Desde hace mucho tiempo, el busto instalado a la entrada del paseo de Cánovas se encuentra decapitada la cabeza, sin que ninguna administración se haya dado cuenta.

Otro de los grandes e ilustre cacereño fue Álvaro Gómez Becerra, un gran político. Fue presidente del Gobierno, del Congreso y del Senado, último líder de las Cortes de Cádiz, participó en la Carta Magna de 1837 y magistrado del Supremo (entre otros cargos).

Si le preguntáramos a los cacereños quien fue Gómez Becerra, no sabrían responder, o responderían «donde está la tiende Roso, o la antigua escuela Maestría». En la presentación del libro Álvaro Gómez Becerra, escrito por José Luis Pérez Mena y José Antonio Ramos Rubio, entre otros comentarios hechos por los ponentes, me gustó el que hizo José Luis, tanto al concejal de Cultura del Ayuntamiento de Cáceres como al diputado provincial, sobre que ninguna de las administraciones locales había pensado en hacerle un monumento a Gómez Becerra. 

Título de la ciudad a Cáceres y tratamiento de excelencia a su ayuntamiento. Este título viene no por la gracia de Dios, si no, por el rey Alfonso XII, cuando visitó Cáceres para la inauguración de las minas de Aldea Moret. Transcribo literalmente el nombramiento: «queriendo dar una prueba de mi real aprecio a la villa de Cáceres por su constante adhesión a la monarquía constitucional, conmemorar la fecha de 8 de octubre de 1881 en que me reuní en dicha población con el rey de Portugal, vengo en conceder el título de ciudad, y el tratamiento de excelencia a su ayuntamiento. Dado en palacio a nueve de febrero de mil ochocientos ochenta y dos».

La visita a la que hago referencia fue a la inauguración de la línea férrea radial internacional de Madrid a Cáceres y Portugal. Si hoy Cáceres tiene ferrocarril es gracia a Segismundo Moret y Prendergast, fundador de las minas de Aldea Moret; para que luego digan algunos vecinos de Cáceres no a la mina. Creo que bien merece, que tanto los cacereños como los que nos visitan, puedan conocer dicha historia, con la colocación de una placa donde pueda ser vista por todos.