la amistísa

La certeza de Javier Cercas

Pedro Sánchez.

Pedro Sánchez. / EL PERIÓDICO

Francisco Martínez Bulnes

Al igual que en las corridas de toros existe la división de opiniones a la hora de conceder al diestro el trofeo merecido por su faena; en el ruedo de la política de este país, también hay división de opiniones en sí hay que conceder la amnistía, o no, al prófugo-golpista y catalán, Carlos Puigdemont. Durante estos últimos días no ha habido otra conversación -en tertulias y columnas de opinión- que el tema de si es lícito dar la amnistía a Puigdemont para que Pedro Sánchez pueda ser investido presidente con los «imprescindibles» votos de la ultraderecha de Junts. Todo este mercadeo de viajes y negociaciones que se está escenificando por parte del PSOE, Sumar, Junts, y ahora el PNV, para intentar dulcificar el trágala de la amnistía, esta poniendo en cuestión el estado de derecho de éste país por un puñado de votos para que Pedro Sánchez revalide por cuatro años más otro Gobierno frankenstein. 

He dicho lo del mercadeo, porque ha sorprendido mucho el cambio producido en el PSOE tras los resultados obtenidos en las pasadas elecciones generales. Se ha pasado de un «no es posible la amnistía», a «es posible». Y ha sido a partir de ese cambio de rumbo cuando se ha desatado la guerra de opiniones entre los que creen que sí se puede conceder la amnistía, y los que la consideran un ataque frontal al estado de derecho al legitimar una acción contraria en nuestra Carta Magna. 

Entre estos últimos está el muy convencido Javier Cercas, donde con fe cree que «no habrá amnistía» en un amplio e interesante artículo publicado en El Paí» el pasado día 13. Después de una explicación enrevesada del porqué y el cómo de la amnistía de 1977, Javier Cercas no afirma categóricamente que no habrá amnistía; sino que tiene la certeza de que Pedro Sánchez no va a cometer tal desatino. Es muy difícil adivinar que piensa hacer Pedro Sánchez en esta comprometida tesitura; pero Javier Cercas debería saber a estas alturas que Pedro Sánchez es un político sin palabra, de honor sin escrúpulos que hará lo que mejor le convenga a sus intereses sin tener en cuenta los ruegos y las súplicas de sus votantes más influyentes.