Opinión | EL APUNTE

Terminar el cinturón viario de Cáceres

En unos meses podrá comenzar la ejecución de la ronda sur, pero con esta obra no se termina la circunvalación de la ciudad, quedaría aún la ronda oeste 

Vista de uno de los tramos de la ronda norte durante unas obras para su mejora.

Vista de uno de los tramos de la ronda norte durante unas obras para su mejora. / EL PERIÓDICO

Ahora que las obras de construcción de la ronda sur van a comenzar en unos meses, si no se ha presentado ningún recurso administrativo se podrían iniciar este mismo verano, y una vez que la ronda norte, que ahora cumple veinte años, y la este están operativas, queda aún una cuarta ronda para completar el cinturón viario de Cáceres, sería la ronda oeste, que tendría que comunicar la rotonda de la carretera de Badajoz con la glorieta del hotel V Centenario, y no es una alternativa la autovía A-66 como ronda de circunvalación por el oeste, entre el enlace con la N-523 y la salida al Junquillo, porque es lo mismo que cuando se afirmaba para qué una autovía entre Cáceres y Badajoz si ya se puede ir vía Mérida por la A-66 y la A-5.

   La ronda oeste nunca se ha planteado en las demandas del ayuntamiento, solo hace un cuarto de siglo, en el primer mandato de José María Saponi, se valoró la necesidad de construir una vía de circulación que conectase Aldea Moret con la avenida de las Arenas (carretera de Malpartida), pero, pese a que se hizo una estimación de su coste para presupuestarla, nunca se redactó el proyecto ni hubo licitaciones. Sin esta cuarta ronda, el anillo de circunvalación quedaría incompleto.

La ronda oeste aparece en el plan de urbanismo, pero vinculada a un sector residencial de difícil ejecución

El plan de urbanismo de 2010, que es el que está en vigor, hace una planificación de esa posible ronda oeste, pero está vinculada al desarrollo de un sector residencial cuya ejecución es prácticamente inviable, se trata de todo el suelo, en una superficie neta de casi cien hectáreas, que está al oeste de la estación de ferrocarril y al norte del cerro de los Pinos. En el plan se planifica una reserva de nueve hectáreas para esta ronda oeste, que conectaría la rotonda de la carretera de Badajoz, donde terminará la ronda sur, con la de acceso al Junquillo. 

Todo este sector de suelo urbanizable está condicionado por la ubicación de la estación de ferrocarril en el centro de la ciudad. En este sector se hace una planificación de tres mil viviendas, pero con la vía y la estación como barrera es muy complicado que se acometa, además hay mucha oferta de suelo urbanizable y en una ubicación que es más sencilla de desarrollar al no haber obstáculos. El suelo para este tramo de la ronda oeste se conseguiría con el desarrollo de este sector, pero las posibilidades de que el mismo se pueda acometer dentro de la próxima década son muy difíciles por no escribir que imposibles. 

Y luego quedaría un último tramo de la ronda oeste: la comunicación de la rotonda del Junquillo, en la intersección con la avenida de las Arenas, con la del V Centenario, que es donde se inicia la ronda norte, con ello sí que quedaría cerrado el cinturón viario de la ciudad. Pero en este punto ya se ha hecho una conexión a Macondo, que, tal y como está construida (una obra cuya ejecución se prolongó más del doble del tiempo inicialmente planificado), no serviría como ronda urbana de circunvalación.

Proponer la construcción de la ronda oeste no es ciencia ficción, tampoco es una obra de urgencia, pero sin su ejecución no estaría completo el cinturón viario. Si la solución que se plantea en el plan de urbanismo es difícil, no por la ubicación de su trazado, sino por la obtención del terreno, se tendrán que buscar otras alternativas, que al menos se tenga un planteamiento viable cuando se exponga a la Junta de Extremadura, que es la que está financiando la ejecución de las rondas, la necesidad de que se redacte el estudio informativo.

Este año coincidirá el veinte aniversario de la ronda norte, la primera que se hizo y que es la que ha permitido la expansión racional de la ciudad por el norte y noreste, y el inicio de las obras del último tramo de la ronda sureste, el que tiene que conectar las carreteras de Miajadas y Badajoz, queda completar el círculo con el tramo que de servicio a todo el oeste de la ciudad. 

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