amnistía

Pie en pared

Pedro Sánchez.

Pedro Sánchez. / EL PERIÓDICO

Fermín Plasencia Vital

Hablar a estas alturas de las buenas intenciones de Pedro Sánchez es como hablar sobre ciencia ficción, por muy bien argumentada que esté es sencillamente irreal, falsa. 

Lo que dice la amnistía al resto de españoles es «sois de segunda». No hay estado de derecho, no hay ley, no hay igualdad, no hay libertad, pues a quienes cometen un delito se les da una palmadita en la espalda y además se les mete un cheque en el bolsillo. Lo que desgraciadamente es lo menos preocupante, pues con qué fuerza moral se le va a exigir al común de los ciudadanos que acaten las leyes y paguen sus impuestos, cuando lejos de ejecutar la ley se premia a sus violadores.

Patxi López dice grosso modo que es muy peligroso el oponerse a esta injusticia porque no se sabe dónde puede acabar; pues imagine usted dónde puede acabarse cuando un delincuente no es castigado, dónde puede acabar un estado en el que no se cumple la ley. 

Todo con muy buenas palabras y mucho victimismo, que se le da muy bien a los actores de esta infamia, pero consigo trae el castigo de quienes sí cumplen la ley, de quienes sí pagan sus impuestos, de quienes sí creen en la democracia con mayúsculas y no arrastran su nombre como una pancarta con la que parapetarse de las críticas.