El Periódico Extremadura

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La entrevista Juan Parilla Flautista y compositor

"En el flamenco no se puede enseñar la sensibilidad"

Juan Parilla en un concierto. P. Lobato

Juan Fernández Gálvez, Juan Parrilla (Jerez de la Frontera, Cádiz, 1968), aparte de ofrecerme esta entrevista con la que he aprendido tanto, y espero que los lectores también tras su lectura, me ha dado aliento. Aliento y ánimo en esos momentos en los que, a una, que intenta ser cada día mejor aficionada, se viene abajo y se ahoga en lo inmensurable e inabarcable del flamenco. Porque el flamenco alivia, sí pero también ahoga. «Todo en lo que te metas en profundidad es complicado», me asegura el maestro jerezano. Un maestro que acaba de publicar la obra ‘Método de flamenco para instrumentos melódicos’ que, más allá de los audios, ejercicios y partituras en las diferentes claves que utilizan la mayoría de los instrumentos melódicos, constata que el flamenco sigue expandiéndose sin límites como el universo que es. «A mediados de los setenta empieza a sonar la flauta en el flamenco de la mano de grupos y artistas como Dolores, Guadalquivir, Manolo Sanlúcar…, pero quien realmente introduce la flauta y los saxos como instrumentos flamencos es Jorge Pardo, de la mano de Paco de Lucía». Este texto preliminar de la obra que publica habla por sí solo de su humildad personal y artística, y nos esboza un perfil de maestro y compositor más dedicado a la escucha interna que a los aplausos externos. Destaca la labor difícil y ardua de los alumnos, la de los maestros que le precedieron, de los artistas que hoy por hoy luchan por seguir adelante con el compás en una mano, y la sinceridad en la otra; y elogia a artistas extremeñas de la categoría de Ostalinda Suárez por ser, entre otras virtudes musicales, la primera mujer flautista flamenca en la historia. Es la gloria de los que saben. De los que saben y entienden que la música, más allá de lo que se lee y se estudia, es la partitura de los sentimientos. En el caso de Parrilla, repletos de la mejor de las virtudes. Pasen y lean. 

¿Por qué ha creado este método para instrumentos melódicos? 

Arranqué en el 2009 y lo hice porque venían los alumnos con muchísimas carencias, y me decían: ¡no!, ¡si yo ya sé tocar flamenco! y veía que no; así que me decidí a escribir el método e incluí temas melódicos, ejercicios, tangos, bulerías, como se medían, ejercicios con articulaciones, adornos, anticipaciones…, lo típico que se utiliza en el lenguaje musical flamenco. Y después ponía un tema melódico para aplicar todo lo que se había puesto. Lo hice con alegrías, tanguillos, soleá…, eso lo hice en ese año. Tras todos estos años empecé a transcribir mi disco, mis partituras, y la editorial me dijo que era muy complicado para la gente, y me pidió simplicidad, así que hice otro libro con temas más progresivos, más fáciles de tocar…, empecé y al final he acabado haciendo dos libros, porque uno era demasiado grande. 

¿Qué nivel debe tener un alumno para que este método le sea efectivo?

Para estos libros debes tener un nivel medio. El material que se encuentra toda la gente que empieza a tocar flamenco ahora con instrumentos melódicos es complicado: ¡voy acoger algo de guitarra!, se dicen, y coges algo de Vicente Amigo, Manolo Sanlúcar, Riqueni…, son cosas muy guitarrísticas y complicadas técnicamente. Es necesario componer algo progresivo donde, al entrar en el flamenco, sea cómodo de tocar y se le pierda un poco el miedo.

¿Cuál es la diferencia que encontrará el que se haga con este método en papel y en digital?

En el método físico encuentras la partitura tal y como es, dos páginas por cada tema junto a un código, en el que entras en la web y ahí tienes los audios tocados por mí, más otro de acompañamiento, y otro de flauta y claqueta. Tienes partitura física más audio, el que quieras; en el formato ‘on line’ entras y ahí tienes la partitura de dos maneras, manual y otra automática donde vas tocando y cuando le das al play la partitura va pasando sola. En esta opción también puedes bajar el tempo y está escrito para todas las claves.

Algunos estudiosos han descrito este manual como «fundacional y fundamental», ¿está de acuerdo con la descripción?

Es muy práctico. Siempre me intento poner en la piel del otro, incluso cuando compongo, que me pongo en la piel del espectador; en este caso, que te guste y que el alumno se sienta cómodo. Con este método puedes ir de lo más fácil a lo más difícil. Hay que perderle miedo al flamenco. Además, si no sabes solfeo te puedes agarrar a los audios y copiarlos. Siempre eché de menos comenzar con algo progresivo. He tenido que aprender los cantes, las falsetas de los distintos guitarristas, y con un instrumento que no venía del flamenco. Ahora, con el tiempo, ves más flautas en el flamenco, y ahí tienes a Ostalinda Suárez que es la primer mujer flautista. 

«Es necesario componer algo progresivo que, al entrar en el flamenco, sea cómodo de tocar y se le pierda un poco el miedo

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¿Qué no puede plasmarse en una partitura, en un método?

En el flamenco, lo que no se puede enseñar es la sensibilidad. Lo que no se puede plasmar es la sensibilidad en el flamenco. Esa la tiene cada uno. Las notas están ahí pero luego las formas de tocarlas cada uno…, cada instrumento tiene su propia naturaleza y cada persona tiene que buscar su propio sonido. Es como si todos los cantaores tuvieran que sonar como Caracol o Morente.

En la guitarra: su tatarabuelo, su bisabuelo Tío Juanichi El Manijero, abuelo Tío Parrilla, su tío Manuel Parrilla de Jerez, su hermano, su padre, su hijo guitarristas…, ¿qué le dio a usted la flauta?

En mi familia todos han sido guitarristas, y mi padre nos puso la guitarra a todos…, pero era muy malo, no era mi instrumento. En mi época, Manolo Sanlúcar empezaba con la flauta, Felipe Campuzano, Paco de Lucía, Jorge Pardo…, mi padre se dio cuenta de que lo mío no era la guitarra, aunque si tenía claro que quería que fuésemos músicos. Le dije que me gustaba la flauta, y mira, no me ha ido mal. 

A mi hermano Bernardo Parrilla le pasó lo mismo, pero con el violín, y ahora es el primer violinista que ha tocado flamenco. Mi hijo conoce el flamenco, pero toca la guitarra eléctrica. 

«cada instrumento tiene su propia naturaleza y cada persona tiene que buscar su propio sonido

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¿Qué aporta el flamenco a un músico clásico?

La formación clásica es imprescindible para la flauta; no es como la guitarra flamenca que tiene una digitalización diferente, el rasgueo, pero lo melódico viene de una formación clásica, tienes que estudiar los sonidos, las piezas clásicas, y después eliges la música que quieras: el flamenco el jazz…, yo cuando estaba en el conservatorio teníaa un rockero a un lado y a un punk en el otro. La formación clásica es indispensable para el dominio del instrumento. Tú puedes tocar una melodía por soleá, pero también puedes con el instrumento hacer una soleá de Alcalá, por ejemplo (y comienza a tatarearla) pero para eso también tienes que conocerlo. Tienes que conocer los diferentes estilos para luego poder aplicarlo a tus instrumentos y ser un flautaor o flautaora aunque a mí me gusta que lo llamen‘flauta flamenca’. Yo no soy un flautista que toca flamenco, yo soy un flamenco que toca la flauta. Yo no tenía que aprender flamenco, yo ya lo llevaba dentro. Yo lo que he aprendido es a tocar la flauta porque no todo el mundo tiene la suerte de haber nacido en una familia flamenca.

¿Cómo percibe el panorama musical actual?

¡Mi hijo dice que me quedé en los 90! Ahora hay reguetón, trap, pero lo que es bueno es bueno. Escuchas un buen reguetón y dices ¡esto está bien! pero es que a este carro se sube mucha gente, también en el flamenco, que más que fusión lo que hacen es confusión. Lo que está bien hecho en la música te gusta, sea del estilo que sea. 

¿Qué grupo escucharía dentro de esos otros estilos que crea usted que hacen calidad?

A mí me gustan mucho Queen o Muse. También hay unos grupos mexicanos que hacen corridos que lo han modernizado armónicamente que están muy interesante. La raíz es la raíz, una soleá es una soleá…, pero luego puedes armonizarlo, respetando, y salen cosas preciosas. En el flamenco hay unas melodías muy bonitas. Por ejemplo, hay una farruca que canta Esperanza Fernández que es la misma que hacía La Niña de los Peines con una armonización preciosa que le hace Miguel Ángel Cortés. 

Es algo que respeto mucho también, coger cualquier tipo de flamenco y re armonizarlo. O unos tangos de Granada o extremeños: cuando escribes para instrumentos melódicos escribes melodías por tangos, soleá…, luego te llega un purista y te dice que eso no es una soleá, pero es que eso está basado en una soleá. Todos los instrumentos pueden sonar flamenco, una trompeta o un clarinete, ¡como que no! la cuestión es que conozcan el flamenco y aprendan a aplicarlo a sus instrumentos, ¡se sorprenderán!

«Yo no soy un flautista que toca flamenco, yo soy un flamenco que toca la flauta. Yo no tenía que aprender flamenco, yo ya lo llevaba dentro

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Lo que ocurre es que esto es tan insondable que a veces se le coge miedo al flamenco.

¡Nos pasa a todos! pero hay que tomárselo con calma. Si se lleva de una forma progresiva, todo se aprende. Todo en lo que te metas en profundidad es complicado. 

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