Los coletazos del descenso del Cáceres están teniendo un antagonismo relativamente inesperado: el del pívot Juan Sanguino, que apenas ha jugado esta temporada, con su entrenador hasta ahora, Manolo Hussein. El canterano prolongó ayer la polémica al desmentir unas declaraciones del técnico en las que se le acusaba de no acudir a los entrenamientos voluntarios. "He ido al 90% de ellos", aseguró con contundencia Sanguino, visiblemente molesto porque Hussein sugiriese que es poco menos que un vago.

La chispa se encendió hace unos días cuando el pívot --apenas dos minutos en cancha en toda la temporada-- dijo en la Ser que Manolo Hussein le decía "muy poco" como entrenador y como persona. La respuesta del canario en este diario ha molestado enormemente al jugador y a su entorno: "Se ponían entrenamientos voluntarios para trabajar con el segundo entrenador y muchas veces el segundo entrenador se encontró solo. Cuando se es joven hay que estar en disposición de aprender y escuchar, de trabajar y echarle horas. Cuando no tienes capacidad de trabajo, difícilmente vas a mejorar. Cuando haces los comentarios que ha hecho Sanguino, primero tienes que preguntarte si tú has cumplido", dijo.

Según Sanguino, el propio ayudante de Hussein, Mario Madejón, puede atestiguar que él asistió la práctica totalidad de los entrenamientos voluntarios. También pone de relieve el hecho de haber sido "el único jugador" que no se ha perdido ninguna sesión obligatoria. "Me puede decir que soy malo o bueno y no sacarme, pero no decir que no me he sacrificado. Ha mentido", remarca Sanguino, al que le queda una temporada de contrato con el Cáceres.