UPP: Edu; Juanfran, M. Bravo, Jordi (m.80, Gustavo), Haro, J. Bravo (m.61, Escalante), Caballero, Oscar, Josué, Serrano y Gil (54, Juanjo).

BADAJOZ: Febles, Félix, Oncins, Pérez, Juanfe, Chispa, Angel, Ledesma, Carrasco (m.85, Jesús), Luci (m.60, Barragán) y Diego (m.80, Nacho).

Goles: 0-1, m.21: Diego. 0-2, m.26: Diego. 1-2, m.31: Jordi.

ARBITRO: F. Santos Manzano. Amarilla a Emilio Gil y Haro por el Plasencia; y Carrasco, Chispa, Barragán, Febles, Feli, Pérez, Juanfe y Chispa. Expulsó a Ledesma (m.79) por doble amonestación y a Angel (m.95) por roja directa.

Dos errores fueron suficientes para condenar ayer al Plasencia ante un Badajoz que se dedicó a administar la ventaja adquirida durante la primera media hora de juego. Con esta derrota, los placentinos siguen inmersos en una profunda crisis de resultados en su campo, en el que no gana desde el 28 de enero ante el Sanvicenteño (3-1).

El Badajoz encarriló pronto el encuentro merced a un fallo del medio campo placentino, que aprovechó perfectamente Luci para enviar un medido pase en profundidad a Diego, que en posición dudosa, controló al borde del área y batió a Edu --portero titular hoy tras la baja por sanción de Carlos Agut-- de tiro cruzado ante la incredulidad de la zaga local.

Casi sin tiempo para reaccionar, el Plasencia recibió el segundo mazazo. Una nueva pérdida de balón en el medio campo la volvió a materializar Diego, que con gran habilidad superó a dos defensas placentinos en un palmo de terreno y remató a gol a media altura, haciendo inútil la salida de Edu.

A los cinco minutos, una falta cometida por el Badajoz en las inmediaciones de su área sirvió para que Emilio Gil fuera el artífice del primer gol local. Aunque su lanzamiento directo no fue excesivamente peligroso, un error del meta Febles, que no pudo atrapar la pelota, dejó en bandeja el tanto para que Jordi acortara distancias.

Y ahí prácticamente se acabó el partido. El Plasencia buscó el empate con ahínco hasta el final, pero se encontró con un rival agazapado, que supo controlar en todo momento sus acometidas, y que por momentos se empleó con excesiva dureza --no en vano acabaron con nueve jugadores--. Pese a ello, el conjunto Placentino mereció más suerte, al menos, por intentarlo.