El presidente del Barcelona, Josep Maria Bartomeu, y el director general ejecutivo, Òscar Grau, trabajaron codo a codo durante días para trazar la arquitectura del ERTE que en parte se dio a conocer la noche del jueves después de la reunión telemática de la junta directiva. El Barça optó por dar categoría pública a la medida pese a que el contacto del máximo dirigente con los futbolistas no cristalizó en acuerdo alguno. La directiva pretende presentar el ERTE ante la Generalitat estén o no conformes los jugadores, pero aun así Bartomeu preferiría encontrar la complicidad de una plantilla con la que a menudo ha mantenido una relación fría. Quedan algunos días para presentar el ERTE, que afecta a 1.500 trabajadores del club, y por tanto para encontrar una vía negociada con los capitanes (Messi, Piqué, Busquets y Sergi Roberto) y con el Comité de Empresa de los empleados, molesto por divulgarse sin antes haber hallado una solución con los jugadores.