Pedro Porro vive unos días muy emocionantes en su vida. Desde el lunes, el lateral derecho extremeño está concentrado por primera vez con la selección española absoluta y sus esperanzas se centran en disfrutar de la experiencia y, si es posible, debutar en uno de los tres partidos que tiene que disputar el equipo en los próximos días valederos para la clasificación del Mundial: ante Grecia (jueves), Georgia (domingo) y Kosovo (miércoles).

«La verdad es que nunca te puedes esperar la llamada de la selección absoluta. Tienes que estar preparado siempre y estoy muy contento. Ahora a demostrar toda la confianza que han puesto en mi», manifiesta el jugador dombenitense, que está destacando en el Sporting de Portugal. En Lisboa acabó cedido por el Manchester City después de una temporada no demasiado satisfactoria en el Real Valladolid. Su juventud (en septiembre cumplirá los 22 años) y condiciones le hacen ser un valor de futuro de enorme proyección.

En el horizonte está incluso la posibilidad de acudir a la Eurocopa este verano en una posición en la que, como la mayoría, Luis Enrique no tiene jugadores indiscutibles. De hecho, en esta lista no hay ningún jugador que sea específicamente lateral derecho, como sí es su caso.

«Espero cualquier cosa, si me dan dos minutos los voy a aprovechar al máximo. Lo más importante es aprovechar una oportunidad única», reconoció Porro, que se había convertido ya en un fijo en la selección sub-21. En principio pensó que la convocatoria era para acudir con ella, pero se llevó una sorpresa maravillosa. «Estaba en casa con el móvil y cuando vi tantos mensajes pensé que era porque había salido la sub-21, pero cuando vi que era con la absoluta fue una satisfacción enorme», relató, sin dejar de acordarse de Don Benito. «En casa en el pueblo estaban todos llorando», apuntó.

Su presencia junto a la de los otros tres recién llegados, Pedri, Bryan Gil y el portero Robert Sánchez, está siendo uno de los alicientes de estos días en La Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Todos ellos siguen absorbiendo las ideas de Luis Enrique como técnico y adaptándose a la absoluta.

TRABAJO EN LAS ROZAS / Mientras tanto, Sergio Ramos y José Luis Gayá se sumaron a la dinámica de grupo en el segundo entrenamiento, que contó nuevamente con la ausencia de Gerard Moreno para someterse a las pruebas médicas que dictaminarán si sigue en la concentración con el equipo.

Ramos, con una sujeción en la rodilla operada, y Gayá en perfecto estado, trabajaron al mismo ritmo que el resto de internacionales en una sesión matinal con la que el seleccionador español preparó el primero de los tres partidos que llegan.

Sigue al margen Gerard Moreno, quien se sometió a una resonancia magnética con los doctores de la selección, que desvelará si sus molestias en la parte posterior del muslo derecho se deben a una lesión muscular o una simple sobrecarga que no le impida jugar alguno de los tres partidos que encara España en semana y media.

Los internacionales dedicaron la mañana al trabajo físico y tras la hora de comida y siesta, tuvieron una tarde de rodajes de anuncios de cara a la Eurocopa.