En una temporada rara de un sistema de competición raro hay un momento raro este próximo fin de semana para el Cáceres Patrimonio de la Humanidad: jugará dos partidos en menos de 48 horas, algo que nunca ha sucedido a lo largo de su historia tratándose de liga regular. Cuando ha acudido a los playoffs sí que ha resultado habitual.

La circunstancia lo provoca ahora el desplazamiento del choque ante el Levitec Huesca --aplazado en su día por el covid-19 de los aragoneses-- a este viernes, aprovechando el viaje para jugar el domingo en la cancha del Basquet Girona, que está a unas cuatro horas de autobús. Desde el club extremeño se considera que se ahorran kilómetros y gastos comprimiendo las dos fechas, por mucho que pueda suponer un esfuerzo físico extra para los jugadores.

Cada vez son más los equipos de la LEB Oro que están aplicando la misma fórmula en esta segunda fase, cuando se ha tenido que recuperar una jornada íntegra. De hecho, el propio Levitec Huesca recupera este miércoles (20.00 horas) uno de sus partidos que se tuvo que posponer por sus positivos, el que le enfrenta en su pabellón ante el Tizona Burgos.

Mario Díaz Hellín, preparador físico del Cáceres, ha tenido que realizar una planificación diferente de la semana, con el condicionante extra de que también hubo partido el reciente domingo ante el Canoe en el que además se disputaron cinco minutos extra. «Lo ideal hubiese sido jugar un poco antes ese encuentro», reconoce. Su idea ha sido que el descanso que se ha podido tener haya resultado «muy activo», incluso desde el propio lunes. Desde la tarde de ese domingo ya tenía a los jugadores en la clínica en la que trabaja, Salubriá. «Ya se estaban tratando, trabajando en conceptos sobre el Huesca», apunta, elogiando la capacidad de trabajo de la plantilla.

Regenerar tejidos

La clave en su opinión será ver cómo se gestiona la transición entre Huesca y Girona. «Hay que mover a los jugadores, regenerar tejidos, que se muevan. El equipo dormirá en Huesca, pero a primera hora del sábado saldrá para Girona con esa idea y ya hemos reservado una pista», cuenta. También ha habido con lidiar con la cuestión de los horarios y los toques de queda que condicionan los servicios de los hoteles.

Para Hellín, en el club desde 2007, está siendo la temporada más extraña e impredecible en lo que a su campo se refiere, pero también en la que se están asumiendo con mejor mentalidad los contratiempos. «El año en el que viene todo rodado y es normal, los problemas se te hacen más difíciles. Ahora, cada vez que pasa algo, y puede pasar en cualquier momento, dices: pues adelante», sentencia.

Las rotaciones, pronostica, las dictarán el transcurso de los partidos: «De momento, hay que ganar en Huesca. Si se pueden repartir más los minutos, mejor, pero lo importante es ahora Huesca».

Con lo de minimizar los descansos casi por obligación se sigue un modelo que ocurre más frecuentemente en otros deportes, como el voleibol. En la Superliga 2 masculina es habitual que equipos extremeños acometan una ‘mini gira’ por Galicia e incluso se expongan a disputar un encuentro el sábado por la tarde-noche y otro el domingo por la mañana. «Son deportes diferentes», opina Hellín, que apuesta por la participación de Jeff Xavier en el ‘tour’ por el noreste peninsular tras ser baja de última hora ante el Canoe por molestias musculares.