Fútbol. Segunda RFEF

Decano, qué manera de ganar

El Cacereño vence a Las Palmas Atlético en el 93 con dos jugadores menos y toneladas de convicción (3-2)

Yael y Bermu, festejando el gol del triunfo.

Yael y Bermu, festejando el gol del triunfo. / JOSE PEDRO JIMENEZ

José María Ortiz

José María Ortiz

3 - Cacereño: Bernabé, Raúl Espinosa, Marvin, Carlos Daniel, Gayoso, Kamal (min. 91, Rubén Sánchez), Bermu, Yael, Hernáiz (min, 46, Agudo), José Ramón y Solano (min. 86, José Martínez).

2 - Las Palmas Atlético: Arnau Fábrega, David Vicente, Yoel, Fran Carmona, Cristian Abreu, Diego Guti, Sergio Simón (Alex Pachón, min. 53), Julen Pérez, Giovanni (min. 76, Isaac), Sato (min, 76, Yeray), Iñaki.

Goles: 1-0: Min.28: Bermu. 1-1: Min. 42: Sato. 2-1: Min. 48: José Ramón. 2-2: Min. 60: Giovanni. 3-2:Min. 93: Bermu.

Árbitro: Javier Sánchez Carrera (Andaluz). Rojas al local Espinosa (min. 20), a Aguado (dos amarillas, expulsado en el 80) y al segundo entrenador, Alex García, y amarillas a los locales Solano y José Martínez y a los visitantes Iñaki y Fran Carmona.

Incidencias: 1.175 espectadores (cifra oficial) en el Príncipe Felipe en partido de la Segunda RFEF. Césped en muy buen estado.

Qué manera de ganar, decano. Qué maravilla. Qué extasis. Qué pasada. Con 9 en el campo. En el minuto 93. Con todo en contra. El Cacereño venció a Las Palmas Atlético (3-2) en una resolución épica, para la historia de las gestas en el Príncipe Felipe. La puso Yael, la remató el héroe Bermu. Maravilloso. Increíble. Estratosférico. Para recrearse una y mil veces. Para llorar, para saltar, para disfrutar. Para morir de amor al fútbol, ese alucinante deporte que deja episodios para enmarcar.

No pudo haber un guión mejor. Ni tampoco justicia más grande. Creyó en sí mismo el CPC y recibió el premio más preciado: el triunfo, el tremendo triunfo que se peleó hasta morir y que consiguió por fe. Por pura fe.

Hasta la expulsión de Raúl Espinosa (min. 20) el Cacereño había jugado sus mejores minutos de la temporada. Con Yael de enganche, los locales presionaron y maniataron bien al rival, impotente ante el entusiasmo físico y moral de los de Julio Cobos, el otro gran héroe del día. 

En el 28, una falta botada con música celestial por Yael, con Bermu de largo los mejores futbolistas sobre el tapete verde, fue rematada por este último a gol. Contra pronóstico en ese momento, las circunstancias no preveían noticias positivas. Hacía ocho minutos que el CPC jugaba con 10, pero el espectáculo todavía tenia guardadas más emociones. Claro que sí.

El Cacereño intentaba controlar la situación hasta el descanso para que ocurrieran pocas cosas. No pasaba apuros, pero el talento canario tenía que salir a relucir en el peor momento. Al filo del descanso, un pase filtrado sobre el mejor jugador visitante, Sato, acabó en el empate (1-1, min, 42).

Celebración final del Cacereño.

Celebración final del Cacereño. / JOSE PEDRO JIMENEZ

Segunda parte

A la vuelta de vestuarios, Solano y Luis Aguado, que había salido de refresco por Luis Hernáiz para apuntalar el flanco derecho de la defensa, hilaron una contra de manual para que José Ramón hiciera a la carrera el 2-1. Tremenda jugada, tremendo mérito.

Cuando los locales controlaban aparentemente el duelo, llegó el contraataque amarillo con desajuste de Aguado y gol de Giovanni (2-2, min. 60).

En una acción combinativa de libro, Solano fue derribado de manera diáfana. No señaló el trencilla penalti, sí tarjeta para el delantero verde. Era el minuto 66. Un nuevo acicate para creer, por qué no. 

Y llegaría el más difícil todavía con la expulsión, por doble tarjeta, de Luis Aguado (min. 80). Pintaban bastos. El empate era ya incluso un buen resultado, pero no. El equipo quería más.

Todos los astros se estaban alineando para que algo grande pasara. Agazapado el equipo local, llegó la prolongación para que Bermu hiciera una progresión estupenda cortada con falta. Subieron él y Marvin porque ahí había convicción en la última acción del partido. La volvió a tocar celestialmente Yael y la acarició con la testa Bermu. El balón, a cámara lenta, acabó besando las mallas. Aquello fue la locura. Se había obrado el milagro, el maravilloso milagro. Gracias, fútbol, por ser como eres. Decano, qué manera de ganar.

JULIO COBOS: «CUANDO SE GANA ASÍ ES UN SUBIDÓN TREMENDO"

Un «subidón tremendo». Hasta en tres ocasiones repitió Julio Cobos, entrenador del Cacereño, tras la victoria de su equipo. «Cuando se gana de esta manera es un subidón auténtico porque son muchas las trabajas que nos hemos encontrado», dijo en referencia a las expulsiones de Espinosa («clara») y Luis Aguado («expulsioncita») y al penalti no pitado sobre Solano. «Todo esto refuerza el trabajo que ha hecho el equipo», añadió el preparador, que se congratuló de poder despedirse de su público este año (el último partido del 2021 será a domicilio el próximo fin de semana) con una victoria y dejando atrás el mal sabor de boca que dejó la derrota en el Príncipe Felipe ante el Villanovense. 

Repasando lo sucedido en el partido, Cobos recordó la superioridad de su equipo hasta la expulsión en el minuto 22, el dominio sin peligro de los canarios en la segunda parte y, autocrítico, también los errores cometidos en los dos tantos de Las Palmas Atlético. «Curiosamente nos han metido los goles en dos contras». Pero, añadió, se queda con todo el trabajo hecho por su equipo. «Hemos ganado de forma épica y esto tiene que servir para seguir confiando».

También contó Cobos que nunca dejó de creer en la victoria, que a pesar de quedarse con 9 en el 81 y con 2-2 en el marcador, sabía que su equipo iba a tener alguna. «Obviamente no se puede atacar con tanta alegría como cuando estás once , pero sabía que oportunidades iba a haber, un córner, una falta lateral. Solo era acertar». JAIME J. TORBELLINO