2-UD Montijo: Izan; Chechu, Javi Chino, Gabri, Razvan; Rodao, Matute (Richard, min. 90), Calin, Manchón; Dani Segovia y Hoyos (Rodrigo Gattas, min. 61).

0-Mérida AD: Adriá Rojas; Felipe Alfonso, Bonaque, Nacho González, Ebuka (Pedro Lagoa, min. 81); Mario Robles, Perero (Carmelo, min. 57), Álvaro Ramón, Rocha (Marckus, min. 57); José Gaspar (Lolo Plá, min. 57) y Aitor Pons.

Goles: 1-0, min. 21: Gabri. 2-0, min. 65: Rodrigo Gattas.

Árbitro: Cueto Amigo (Comité de Castilla-León), Por el Montijo fue expulsado por doble amarilla Samu Manchón (min. 89) y vieron también amarillas Julio Rodao, Dani Segovia y Matute. Por el Mérida amarilla a Ebuka y Lolo Plá.

Incidencias: Estadio Emilio Macarro. Alrededor de 650 espectadores en las gradas del recinto montijano, 80 de ellos llegados desde Mérida. Partido correspondiente a la penúltima jornada del grupo IV de la Segunda RFEF.

Sin exceso de brillo balompédico respecto a citas anteriores, pero sabiendo frenar la escasa lumbre de un once pecholata que se bajó las medias tras el gol de Gattas y que suma su tercer carbón en forma de derrota seguida, la tropa de Juan Marrero logró una justa victoria (2-0) y se comerá los dulces navideños acariciando los puestos de play off. El Mérida cayó en Montijo y se hunde, flirteando con la zona baja ya.

Comenzaba el pleito entre vecinos con la primera noticia a cuero inmóvil. David Rocha se frotaba los borceguíes en un lateral y con la complicidad eólica, el objeto circular se llenó de cicuta para comprometer a Izan. Ambas centurias se miraban a los ojos, palpaban armaduras musculares y gastaban minutos en balones arriba en busca de abrir los candados del gol. Razvan provocó el temblor táctil de Rojas saliendo de su cueva para evitar el disgusto (min. 16). Volvió a sacudir el árbol el Montijo, con un Javi Chino que desnudó la tapia romana y tuvo tiempo para cavilar si jugársela en solitario o de telegrafiar como así hizo, un fax a Chechu que mandó el balón al cielo (min. 17). 

Al Mérida no solo le comenzaron a temblar las entrañas, sino que no tardó en sufrir en sus carnes la primera piedra de su ataúd en la matinal de ayer. Repetía saque a balón parado Razvan, conectaba la bola Santi Hoyos rematando al travesaño y en la captura posterior, astuto como una comadreja, Gabri peinaba el 1-0 (min. 21). El once rojinegro, con el bastón de mando en el luminoso y, sobre todo, en el verde, volvió a morder en un tiro alto de Matute (min. 27) antes de un susto firmado por Razvan y que rozó el palo a ocho del gong intermedio. 

El Montijo, haciendo lo justo, pero con la pillería adecuada y los cañones cargados, veía como el enemigo emeritense no le inquietaba y que solo gozó de dos acciones, una de Gaspar y otra en un centro de Felipe Alfonso que buscó y no halló a Guille Perero y que fueron cortadas inmisericordes por un Javi Chino que ayer fue el MVP de los locales. A refrescar mentes, piernas y botas.

Segunda parte

Del túnel de vestuarios saltó un Mérida que quiso y no pudo crecer. Por vergüenza torera y dignidad balompédica profanó más territorio rojinegro, pero su falta de confianza, no redundó en nada digno de mención. El alma y dominio del cuadrilátero verde tenía nombre propio: el de un Montijo que avisó por medio de Matute y Calin sin suerte (min. 54). De los Mozos hizo un triple relevo, pero como si jugase a la ruleta rusa sin apenas fichas. 

Todo lo contrario en los locales. Juan Marrero relevó en punta a Hoyos por Gattas y el gordo de Navidad. El meta Rojas salía de su cueva a por uvas y su aciago despeje lo capturó Gattas, que tuvo tiempo de cavilar y ponía la segunda y definitiva piedra del féretro a un once que levantó la bandera blanca. Tras el gol, el cuadro pecholata no salió de la tumba. Un remate cándido de Pons que ni cosquillas hizo a Izan y otro al aire y stop. 

El Montijo serio, concentrado, disciplinado en el césped, disfrutó y se regodeó ante sus fieles en los minutos finales (mención particular para el omnipresente Javi Chino), frente a un cuadro que dejó mucho que desear en el escenario verde y encadena su quinto traspiés consecutivo.