«A mí me han inculcado que para alcanzar los sueños hay que luchar, luchar y trabajar mucho, porque lo fácil no llega rápido». Lo tiene muy claro Estefanía Fernández (Mérida, 25 de junio de 1996), psicóloga y, sobre todo, deportista, piragüista que no titubea al asegurar que su sueño es ir a unos Juegos Olímpicos. Tokio se le escapó, pero a la vuelta de la esquina está París 2024 y ella rema cada día con más fuerza. «Es muy difícil, pero siempre que haya un uno por ciento de posibilidades, yo voy a luchar». Para este segundo intento ha ganado experiencia, forma física y fortaleza mental. 

Desde que con 9 años agarró un remo siguiendo los pasos de sus hermano no ha dejado de cosechar éxitos. 58 medallas en competiciones en Extremadura, 55 en campeonatos nacionales, 23 en Copas de España. También sabe lo que es subirse al podio en competiciones internacionales, como el bronce que consiguió en 2014 en el Campeonato de Europa Juvenil en K1 Maratón (su primera medalla internacional) o la plata de la Copa del Mundo en K1 5.000 en 2017.

El 2022 lo ha empezado como un tiro. Cuatro oros consecutivos, el último en el Campeonato de España de Invierno Sprint Olímpico en el K1 5000, un triunfo que la ha valido la clasificación para el Campeonato del Mundo absoluto que se disputará en el mes de agosto en Canadá.

Empezar tan bien es una motivación extra para Estefanía Fernández en una temporada de cambios, ya que tras varios años entrenando en Sevilla junto al equipo nacional, ha vuelto a su Mérida natal para compatibilizar el deporte con su primera experiencia laboral como psicóloga en la Clínica Diana. «Aunque mi prioridad es el deporte, hay que tener un plan b».

El trabajo ahora, antes los estudios (Grado de Psicología), es su vía de escape a la gran exigencia del deporte de élite. «Después de trabajar vuelvo totalmente regenerada a entrenar al día siguiente, me ayuda a desconectar», ríe ella, consciente de que para el común de los mortales es al revés y la vía para desconectar del trabajo es el deporte. 

Gimnasta antes que piragüista, Fernández se decantó por la variedad de este deporte que espera le lleve a unos Juegos. «El piragüismo no es monótono, no te aburres. Es un deporte al aire libre que creo se sale de lo común». A ella le atrajo desde el principio y la cercanía de su casa a las instalaciones del Club Iuxtanam, que sigue siendo su equipo, lo facilitaron todo. 

Creció y progresó bajo la tutela de Julio Moreno, su entrenador. De Mérida dio el salta a Sevilla, donde fue a estudiar y a seguir progresando en el piragüismo. «El primer año estuve externa», cuenta; el segundo ya consiguió las marcas para formar parte de la selección española y entrar en el CAR La Cartuja. Ahí ha estado hasta el 2021.

Fernández, superando a su máxima rival en el Campeonato de España. Cedida por Estefanía Fernández

Junto a sus ídolos

Ahora, en casa, la exigencia es la misma. Incluso más. Entrena seis días a la semana y tres o cuatro de ellos son en sesión doble. «Tengo mucha flexibilidad en el trabajo, me entienden en la clínica», cuenta. Trabaja, explica, junto a los chicos y eso le obliga a dar un plus. «Hay muy buen nivel». En su grupo de entrenamientos está Juan Antonio Valle, paralímpico el pasado verano en Tokio. «Es cierto que no estar con la selección me generaba incertidumbre, pero en el club tenemos muy buen grupo». 

Trabajadora nata, transmite un gran entusiasmo por lo que hace. Y no solo en la competición, explica, sino en cada entrenamiento. «Hay gente que en los entrenos puede dejar de hacer algo y luego es capaz de dar un plus en la competición. Yo no, entrenando nunca me escaqueo y en la competición hago lo que he trabajado».

Esa es la palabra clave en el vocabulario de Estefanía Fernández: trabajo. Además ella ha podido desarrollarlo junto a sus ídolos, Teresa Portela, con la que también ha competido remo a remo, y Saúl Cravioto. «Son dos personas muy cercanas, muy humildes. He aprendido mucho de ellos y son unos referentes para mí». Como Portela y Cravioto, esta emeritense espera dejar su impronta en los Juegos de París 2024. 

Distancia olímpica

Tras este gran inicio de temporada, la próxima meta de Fernández está enfocada cien por cien a las Olimpiadas, ya que el 23 y 24 de abril competirá en la primera Copa de España de Sprint Olímpico en el Campo de Regatas David Cal, en Verducido (Pontevedra). La distancia olímpica es el K1 500, en la que realmente está volcada esta extremeña aunque al Mundial vaya a competir en el 5.000, dos pruebas muy dispares. «El 500 es una prueba muy explosiva, de mucha potencia, en la que no hay margen de error». En tierras gallegas buscará un buen resultado que le abran de nuevo las puertas de la selección.

Confía ciegamente en sus opciones. No por optimismo, sino por trabajo. «Solo así se consiguen las cosas», dice Estefanía Fernández, que, como todos los deportistas, ha tenido momentos malos, pero con fuerza se pueden superar. Y por si se le olvida, lo lleva grabado en su brazo derecho: 'Believe in yourself, cree en ti mismo'. «Para conseguir una victoria antes hay que pasar por muchos fracasos. Esta es una de las claves de cualquier deporte». Ella lo tiene muy claro.