Hay ganas de fútbol en Cáceres. Ya no hay duda. El Príncipe Felipe lució su mejor aspecto en mucho tiempo en una tarde espléndida para el deporte rey. Se enfrentaban los dos mejores del grupo IV en Segunda RFEF, Cacereño y Córdoba, y el duelo no defraudó. Ni sobre el impoluto césped (2-2), ni en la grada, donde 5.428 personas casi ocuparon todos los asientos. Y eso que el partido era medio día del club y todos tuvieron que pasar por caja. 

El conjunto visitante aportó algo cerca de un millar de seguidores, pero el resto recibió a su equipo cantando el «¡Aupa Cacereño! ¡Ra, ra, ra!», un himno que volvió a escucharse en el minuto 13, a capela, aunque ya solo en la zona de preferencia, la más cercana a la puerta 13.

Aficionados del Cacereño cantan el himno del club

Aficionados del Cacereño cantan el himno del club

Fue un partido cargado de simbolismo. De nuevo sobre el césped --con el claro dominador de la categoría ante un Cacereño que quiere dejar su impronta-- y fuera de él, donde hubo gestos solidarios primero con el niño Luis Serrano García (que sufre una Atrofia Muscular Medular), al que se le donará parte de la taquilla y todo lo recaudado en las huchas que se repartieron por varios lugares del estadio. En segundo lugar se homenajeó a todas las víctimas de la guerra de Ucrania con una silla vacía en el centro del campo. El gesto fue recibido con una gran ovación de la grada en un partido que había comenzado varias horas antes de que el árbitro así lo decretara con una fiesta de hermanamiento entre aficiones en la terraza del estadio. 

Hay ganas de fútbol en Cáceres, pero la afición del conjunto verde tendrá que esperar hasta el 24 de abril para volver a ver a su equipo en el Príncipe Felipe, aunque los dos próximos compromisos son muy cerca (Montijo y Villanueva de la Serena) y los pupilos de Cobos no estarán solos.

Seguidores del Córdoba en el Príncipe Felipe. CarlaGraw