El Mérida quiere más. 24 horas después del ascenso a Primera RFEF, ya se ha puesto el reto de subir otro escalón. Así, al menos, lo expresó el presidente, Paco Puertas. «Esto no va a quedar aquí», advirtió este lunes en plena celebración en la capital autonómica.
Primero fue en el Hornito con una ofrenda floral a la patrona la Mártir Santa Eulalia. Después la Plaza de España para acceder posteriormente al interior del ayuntamiento, donde los miembros del club, liderados por los protagonistas, los jugadores, fueron recibidos por el alcalde, Antonio Rodríguez Osuna.
Osuna, en tono de broma, le pidió al empresario británico Mark Heffernan, dueño del club, que «ponga la pasta». «Hay que abonarse», transmitió el regidor a modo de mensaje a la afición. «El Mérida tiene que volver a la élite, y lo va a hacer con vosotros», agregó.
En medio de la euforia, el protagonista de la remontada, el técnico, Juanma Barrero, dijo que «hay mucho trabajo detrás» de quienes él mismo calificó de «grupo de locos», mirando a los futbolistas desde el balcón del consistorio. «Han peleado en momentos en los que no creía ni yo; era impensable que estuviésemos aquí. Con mucha fe, estoy súper orgulloso», dijo. Del mismo modo, el capitán, Emilio Cubo, también apuntó que habían pasado «momentos difíciles», superados «con mucho trabajo».
Paco Puertas se mostró feliz. «Aquí estamos otra vez el equipo de la capital. Esto acaba de empezar, no va a acabar aquí. Lo mejor está por venir», sugirió. «Vamos a ascender o a intentarlo, y si no al siguiente», apuntó el dirigente. Los futbolistas fueron apareciendo en una plataforma que se ha colocado en la fachada del consistorio, cada uno de los miembros del cuerpo técnico, de la plantilla y de la directiva.
Con este ascenso, el Mérida vuelve a la tercera categoría. Una vez que se conocen los ascensos y descensos de la misma, falta por dirimir los movimientos de subida y bajada a Segunda División, a partir de lo cual se conocerá la configuración de los dos grupos.
La temporada pasada, se tuvo un criterio geográfico en el que se dividía de manera imaginaria a la Península Ibérica con una diagonal que dio lugar a que los extremeños tuvieran que hacer desplazamientos a comunidades del norte como Galicia o Cantabria, y sin embargo, no se enfrentaban a los clubes sevillanos. A la espera de cómo quede dicha configuración, lo que parece seguro, si los problemas económicos pacenses no lo impiden, es que se van a reeditar clásicos Mérida-Badajoz.
