La importancia de la llamada ‘segunda unidad’ en el fútbol moderno se antoja capital. Ese plus que pueden llegar a darte los hombres de banquillo que hacen cambiar la dinámica de un partido y proporcionar grandes resultados. Cuando eso funciona, la alegría es doble para el entrenador. Primero, por el triunfo, que es lo fundamental; y segundo, por mantener enchufado a todo el equipo. Que se lo digan a Julio Cobos.
A ello se refirió el entrenador del Cacereño tras la victoria trabajada ante el Navalcarnero con el gol de Iván Fernández. Lo hizo tras salir en la segunda parte, como ya ocurriera en campo del Alcorcón B con Samu Manchón y Garci.
El Cacereño tira de segunda unidad y de experiencia, sabiendo cocinar el partido a fuego lento y maniobrando los momentos decisivos. Había dudas sobre cómo podía responder el equipo de Cobos a una profunda renovación de su plantilla, pero de momento, los resultados son impolutos. Dos victorias y cero goles encajados.
Ese buen momento lo va a calibrar el Melilla, uno de los grandes favoritos a ser campeón y que junto al Unión Adarve y al Cacereño son los únicos que han ganado los dos primero encuentros.
Satisfacción
El otro punto que se pudo quedar en tierras extremeñas esta jornada lo conquistó el Diocesano en su debut ante el Alcorcón B (1-1). Hay satisfacción en el seno del equipo rojillo por la buena imagen dada ante un filial que va a darle muchos quebraderos de cabeza a los equipos este año.
Lo cierto es que van a ser divertidos los partidos en el campo Manuel Sánchez Delgado, donde la pelota va de área a área a velocidades de vértigo. Mención especial al portero Miguel, que salvó los muebles con varias intervenciones de mérito.
Impotentes
Dos equipos que habían sumado en la primera jornada perdieron su imbatibilidad a las primeras de cambio en sus primeras salidas: Coria y Montijo.
El Coria hizo un buen encuentro en el barrio del Pilar madrileño ante el Unión Adarve, pero acabó cediendo por el empuje de un equipo que está llamado a estar arriba.
De lo mejor que se extrae del Coria en estas dos primeras jornadas es su delantero Nané, que ya lleva dos goles, pero sobre todo la sensación de peligro constante que genera en las defensas. El cordobés tiene pinta de ser este año un protagonista del grupo.
También cayó el Montijo en el Pedro Escartín de Guadalajara, pese a adelantarse en el marcador con un gran gol de Pedro Toro.
Este Montijo ofrece dudas en este inicio de año, pese a las expectativas vendidas durante la pretemporada. Atrás, el equipo concede muchas ocasiones, especialmente tiros desde larga distancia cuando sus dos pivote se hunden en la defensa. Ahí está teniendo problemas el equipo de Juan Marrero. También le falta contundencia en las áreas, principalmente en la suya. La baja de Sergio Tienza en la portería se le puede notar. Izan cumplió el trámite, aunque tuvo algún ademán de inseguridad.
Hundidos
Es pronto para ponerse nerviosos, pero los dos primeros partidos no invitan al optimismo ni en el Villanovense ni en el Don Benito.
El Villanovense volvió a perder con un error garrafal en los últimos minutos de Samu Hurtado. Está fallando en esos momentos de concentración el cuadro serón al que, además, le está costando ver puerta pese a contar con jugadores como Sillero, Higor Rocha o Guille Perero, llamados a marcar diferencias en ataque.
Peores sensaciones transmite el Don Benito, que se fue vapuleado del feudo del Atlético de Madrid B por 4-0. Los de Roberto Aguirre han jugado dos malos partido de inicio y están con muchas dudas. El técnico tuvo que hacer cambios al descanso y aún así no reaccionó el equipo.
El Don Benito vuelve a jugar en casa el próximo domingo recibiendo al Estepona, un equipo hecho con prisas por el ascenso en los despachos. Otra derrota en ese encuentro sí encendería claramente las alarmas en el club rojiblanco.
De momento, salvo para el Cacereño, el grupo no está siendo nada sencillo, aunque esto nada más acaba de comenzar.
