Baloncesto. Fase de clasificación para la Copa del Mundo

A la fiesta de España en Cáceres solo le falta la victoria

La campeona de Europa y el mundo cae ante Italia (68-72), pero acaba primera de grupo en medio de un ambiente colosal

Joel Parra saluda al público junto a sus compañeros al final del partido.

Joel Parra saluda al público junto a sus compañeros al final del partido. / Lorenzo Cordero

Fue como cuando organizas una boda perfecta, te casas con la mujer de tu vida, el banquete está de rechupete, en la barra libre las copas vuelan y no hay garrafón y luego lo das todo bailando, pero... el servicio de autobuses que has contratado para devolver a los invitados a sus casas es un desastre y alguno que otro se te cabrea. Pues así fue el España-Italia del Multiusos de Cáceres. La fiesta que se montó para recibir al campeón del mundo y de Europa de baloncesto acabó en cierto chasco. Mantiene el primer puesto del grupo y no es en absoluto trascendente para el futuro, pero la selección perdió el último partido de la fase de clasificación para la Copa del Mundo (68-72). Se deslució en algo un gran acontecimiento que lo fue sobre todo en la grada, con un lleno absoluto en el Multiusos cacereño. Más de 6.000 gargantas apoyaron incansablemente al conjunto de Sergio Scariolo. Y no fue suficiente. Hubo que llamar a unos taxis porque se estaba haciendo de día y los invitados estaban cansados.

Perdón por dramatizar un poco, pero los cuentos de rosas no siempre tienen final feliz. Todo lo demás fue perfecto, que conste: Extremadura volvió a demostrar que puede acoger con solvencia cualquier acontecimiento y su gente estuvo mucho mejor que el equipo. Resulta cruel hacerlo, pero no conviene olvidar que muy pocos de los doce jugadores están acostumbrados a asumir responsabilidades ofensivas en sus equipos. Y ese fue el gran problema: una sequía anotadora más pertinaz que la que viene con el anunciado cambio climático... 

Juan Núñez intenta avanzar hacia la canasta italiana.

Juan Núñez intenta avanzar hacia la canasta italiana. / Lorenzo Cordero

Sonó Fratelli d’Italia y sonó la Marcha Real, uno de esos momentos que te reconcilian con el nacionalismo, cada uno el suyo. Y el partido ya empezó algo frío, con muchos errores de cara al aro. Por momentos, España pareció cogerle mejor el ritmo, dominando (16-9, min. 8) con Alberto Díaz y Juan Núñez, dos bases puros, compartiendo el mando. Sin embargo, los reiterados errores en los lanzamientos exteriores ayudaron a que Italia se pusiese cerca al final del primer cuarto (16-13). Mal augurio, aunque esos momentos siempre se piensa que el chico se acabará ligando a la chica porque viene escrito en el guión.

En el segundo, el escenario no se enmendó en absoluto. Todo lo contrario. Jugando con muchos exteriores al mismo tiempo –Scariolo solo disponía de un pívot nato, Rubén Guerrero, al que apenas utilizó--, Italia aprovechó para dominar los tableros, cargando el rebote ofensivo como si no hubiese un mañana. Eso le sirvió para igualar el tanteador, pese a que está pasando de moda en el basket actual. Mientras, el cacereño Alex Reyes, alero del Bilbao Basket, debutaba con la selección absoluta a sus 29 años, siendo especialmente aplaudido desde la grada. 

EL ‘SORPASSO’

El conjunto de un, como siempre, inquietísimo Gianmarco Pozzecco ya estaba por delante al descanso (29-33) y eso terminó de poner nervioso a España, que no encontraba solución en las constantes rotaciones ni tampoco nadie a quien pasarle el balón y que simplemente la enchufase si estaba solo. 

Mate de Pep Busquets.

Mate de Pep Busquets. / Lorenzo Cordero

El naufragio, con un estilo demasiado lento y apurando demasiado las posesiones, continuó en el tercer cuarto, con los transalpinos superando ya la decena de puntos de diferencia (36-47, min. 26) con un baloncesto especialmente desinhibido, creciéndose pese a la presión que metía un público guiado por el apoteósico videomarcador. Vaya joyita que va a dejar en herencia el ‘bolo’.

Pese a todo, remontar no parecía nada improbable entrando en el último cuarto (44-52), sobre todo porque cada vez que España daba un arreón la hinchada lo agradecía aumentando decibelios. Esperanzas frustradas ya que aparentemente no había nada que hacer: con más de seis minutos por delante la situación era poco menos que insalvable (48-63).

España no se rindió, jaleado por la apropiadísima banda sonora de ‘Misión imposible’. El jovencísimo Juan Núñez tomó nota. Un tremendo mate de Pep Busquets encendió del todo al pabellón (60-67 a 2:08). La diferencia llegó a estar primero en 5 (63-68 a 1:40) y luego en 4 (68-72 a 33), pero era demasiado tarde. Nico Mannion, hijo del histórico americano del ‘pallacanestro’ Pace Mannion, decidió que la boda no podía ser completa y ganó el duelo de pelirrojos a Alberto Díaz. No tardéis mucho en volver, querida ‘Familia’.

68 - España: Alberto Díaz (4), Juan Núñez (8), Miquel Salvó (7), Joel Parra (7), Rubén Guerrero (0) -cinco inicial- Ferran Bassas (11), Pep Busquets (7), Sergi García (5), Tyson Pérez (15), Alex Reyes (0), Edgar Vicedo (0), Eric Vila (4).

72 - Italia: Nico Mannion (10), Riccardo Moraschini (2), Luca Severini (8), Marco Spissu (3) Amedeo Tessitori (2) -cinco inicial- Giordano Bortolani (2), Guglielmo Caruso (19), Davide Casarin (10), Mouhamet Diouf (2), Diego Flaccadori (5), Riccardo Visconti (6), Tomas Woldetensae (3).

Marcador por cuartos: 16-13, 29-33 (descanso), 44-52 y 68-72 (final).

Árbitros: Gatis Salins (Letonia), Martin Horozov (Bulgaria) y Peter Praksch (Hungría).

Incidencias: Última jornada de la fase de clasificación para la Copa del Mundo (grupo L). Lleno prácticamente en el Multiusos con 6.000 espectadores.

Debut con acento cacereño. Alex Reyes solo jugó 3 minutos y 11 segundos, en una solitaria rotación en el segundo cuarto, pero será un día inolvidable para él. Se coló en la convocatoria de Sergio Scariolo a última hora y cumplió el sueño de ser internacional absoluto, como lo fue su padre, Miguel Ángel Reyes, que estaba en la grada con toda su familia. Sin complejos, se jugó el primer balón que le llegó a las manos, pero no acertó. Luego la complicación del partido impidió que volviese a tener otra oportunidad.

Debut con acento cacereño. Alex Reyes solo jugó 3 minutos y 11 segundos, en una solitaria rotación en el segundo cuarto, pero será un día inolvidable para él. Se coló en la convocatoria de Sergio Scariolo a última hora y cumplió el sueño de ser internacional absoluto, como lo fue su padre, Miguel Ángel Reyes, que estaba en la grada con toda su familia. Sin complejos, se jugó el primer balón que le llegó a las manos, pero no acertó. Luego la complicación del partido impidió que volviese a tener otra oportunidad. / Lorenzo Cordero

Expectación institucional. No estuvo Guillermo Fernández Vara, presidente de la Junta, pero sí la consejera de Cultura, Turismo y Deportes, Nuria Flores. En la primera fila del palco se la puede ver, entre otros, junto a Martín Fariñas, presidente de la Federación Extremeña; Elisa Aguilar, directora de competiciones de la FEB; Jorge Garbajosa, presidente de la Federación Española; Luis Salaya, alcalde de Cáceres; Carlos Carlos, presidente de la Diputación de Cáceres, y Dan de Sande, director general de Deportes.

Expectación institucional. No estuvo Guillermo Fernández Vara, presidente de la Junta, pero sí la consejera de Cultura, Turismo y Deportes, Nuria Flores. En la primera fila del palco se la puede ver, entre otros, junto a Martín Fariñas, presidente de la Federación Extremeña; Elisa Aguilar, directora de competiciones de la FEB; Jorge Garbajosa, presidente de la Federación Española; Luis Salaya, alcalde de Cáceres; Carlos Carlos, presidente de la Diputación de Cáceres, y Dan de Sande, director general de Deportes. / Lorenzo Cordero

Árbitra cacereña FIBA. No podía faltar Esperanza Mendoza, árbitra FIBA y también de la Liga Endesa. En calidad de lo primero estuvo en la organización del partido en el plano de colegiados y los oficiales de mesa. Se mostró muy satisfecha por haber podido vivir esta experiencia, aunque está acostumbrada a este tipo de citas en la élite. Además, será homenajeada este lunes con la inauguración de unas pistas en el barrio de Montesol que llevarán su nombre. En la imagen, con un grupo de voluntarias.

Árbitra cacereña FIBA. No podía faltar Esperanza Mendoza, árbitra FIBA y también de la Liga Endesa. En calidad de lo primero estuvo en la organización del partido en el plano de colegiados y los oficiales de mesa. Se mostró muy satisfecha por haber podido vivir esta experiencia, aunque está acostumbrada a este tipo de citas en la élite. Además, será homenajeada este lunes con la inauguración de unas pistas en el barrio de Montesol que llevarán su nombre. En la imagen, con un grupo de voluntarios. / Lorenzo Cordero