Baloncesto. LEB Oro

Voto de confianza extraoficial del Cáceres a Roberto Blanco

El club estima que el técnico puede revertir la situación y estudia el mercado de interiores

Juanjo Santana intenta palmear un balón. El Cáceres está pendiente del alcance de su lesión.

Juanjo Santana intenta palmear un balón. El Cáceres está pendiente del alcance de su lesión. / JORGE VALIENTE

Javier Ortiz

Javier Ortiz

Hay un viejo adagio en el mundo del deporte que suele cumplirse: cuando a un entrenador se le refrenda públicamente es la antesala de su destitución más pronto que tarde. En este caso, ningún responsable del Cáceres Patrimonio de la Humanidad ha confirmado a Roberto Blanco, pero a nivel interno todo lo que está recibiendo son apoyos aparentemente sinceros. Salvo sorpresa monumental se sentará en el banquillo en el choque del próximo viernes frente al Real Valladolid Baloncesto (20.45 horas). Lo que pase a partir de ese choque, sobre todo si se produce la sexta derrota consecutiva, es tierra ignota. 

Blanco se reunió este lunes de modo informal con representantes del club que le expresaron su confianza, dispuestos a escuchar sus análisis y si se ve con fuerzas para sacar al equipo adelante. Indudablemente el entrenador placentino cree que puede hacerlo, que únicamente hace falta perserverar en el trabajo que se está realizando. No es su momento más tenso al frente del equipo.

Las lesiones le han condicionado, pero el regreso de Pablo Rodrigo se considera una buena señal y la recuperación de Pablo Sánchez también va por buen camino, aunque sea a medio plazo. Sin embargo, en el partido ante el Cantabria se abrió una nueva preocupación con el fuerte golpe que sufrió Juanjo Santana y que le impidió continuar. Está siendo sometido a pruebas para dilucidar cuánto tiempo estará de baja. Quizás, si es medianamente grave, se acelere la apertura de un melón que está sobre la mesa hace tiempo: que lleguen refuerzos.

¿UN PÍVOT?

Aunque está apurado económicamente, el Cáceres ha intensificado su inmersión en el mercado. Ya estuvo a punto de incorporar un jugador exterior hace apenas tres semanas, pero Blanco rechazó la operación porque estimaba que quien podía venir en ese momento no mejoraba lo que tenía. Ahora la búsqueda se puede concentrar más en el interior, mitad por el problema de Santana, mitad porque el resto de los pívots no está aportando lo suficiente.

En todo caso, se estima que la situación del equipo, penúltimo con un balance de 3-9, no es aún tan desesperada como para, como sucedió la pasada temporada como Kenny Hasbrouck, Kostas Vasileiadis y Sasa Borojnak, realizar tres fichajes que cambien la fisonomía de la plantilla.

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