Cacereño-Numancia, un billete para la Copa y el ascenso en juego

Ganar al Numancia y esperar que pinche el Unión Adarve ante el Sanse para asegurarse una plaza en Copa del Rey para la próxima temporada. Ese es el motivante plan de domingo del Cacereño, que recibe en el Príncipe Felipe (12.00) a un líder que se juega incluso más: nada menos que el ascenso directo a Primera Federación.

La batalla deportiva está servida con ingredientes sugerentes. En liza, el decano extremeño contra el histórico club soriano, con pasado y supervivencia en categorías profesionales durante muchos años, incluida la Primera División. Será un choque especialmente atractivo para el epílogo de una temporada de clauroscuros del equipo de Julio Cobos, que lo ha pasado mal y que ahora tiene la opción de clasificarse para la Copa del Rey.

«Tenemos opciones. Nos estamos jugando cosas y nos gustaría terminar lo más arriba posible. Jugar Copa sería lo ideal», recordó Cobos, que también afirmó que el Numancia depende de él mismo para lograr su meta. «Será un partido muy atractivo para el aficionado para la despedida con un buen terreno de juego. Será un partido de los que gusta jugar», subrayó el técnico.

Sobre el Numancia, apuntó que desde el inicio era un de los favoritos para subir. «Cuenta con jugadores de muchísima calidad, muchos que han estado en superior categoría. Maneja diferentes registros, capaz de solventar partidos que se le atragantan con la estrategia, como Bonilla, y gente que está muy bien en el juego aéreo y el porcentaje que ha tenido en acierto en córners y faltas ha sido elevadísimo», aseguró, además de poner en valor la calidad de sus futbolistas, en especial de Lupu, un delantero capaz de anotar 14 goles esta temporada. «Son primeros porque han hecho muy bien las cosas», resumió Cobos.

El equipo soriano, que en la ida goleó al CPC (5-1), tendrá mucho apoyo en la grada. El Cacereño ha vendido 450 localidades para sus aficionados. También se espera que el conjunto verde cuente con el respaldo de sus seguidores, que están terminando con buen sabor de boca en un año irregular.

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