La catedral de la Almudena está acogiendo esta mañana el acto central de la conmemoración del décimo aniversario del 11-M. Ya han pasado diez años desde que Al Qaeda sembrara el terror con bombas simultáneas en varios trenes en Madrid que causaron 191 fallecidos y 2.000 heridos.

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Las máximas instituciones del Estado, con los Reyes y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a la cabeza, participan en el acto religioso, oficiado por el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela.

El todavía presidente de la Conferencia Episcopal ha recibido al jefe del Estado y a la Reina en la puerta de la catedral y los ha acompañado a sus sitiales. Juan Carlos ha entrado andando con ayuda de un bastón. Felipe no ha podido participar en la conmemoración por encontrarse de viaje en el extranjero.

Participación de todas las asociaciones de víctimas

Todas las asociaciones de víctimas del terrorismo están participando también en el acto, un gesto que parece dar por finiquitado la etapa de enfrentamientos públicos y divergencias, un paso que también han dado los partidos políticos. En el PP, que durante años alentó la teoría de la conspiración que señalaba a ETA como autora intelectual, sólo algunos dirigentes, como la número dos, María Dolores de Cospedal, y el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, han sembrado estos días dudas sobre la responsabilidad última de los ataques.

Además del presidente del Ejecutivo, también están en la Almudena la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y los ministros de Interior, Jorge Fernández Díaz, y de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón.

El PP está representado por Cospedal y el PSOE, por Alfredo Pérez Rubalcaba. Los portavoces parlamentarios de todas las formaciones políticas y los representantes de los principales servicios que colaboraron en la asistencia de las víctimas también han acudido a la celebración de la Almudena.