El alcalde de Mérida, Ángel Calle, se muestra esperanzado en que el administrador judicial que se encargue de Carcesa una vez abierto el proceso de concurso de acreedores pueda constatar que esta empresa, y en particular su planta de la capital extremeña, es "viable y rentable", además de "moderna".

El regidor emeritense subraya, en declaraciones a Europa Press, que las dos marcas que se fabrican en Carcesa, Apis y Fruco, "se venden solas y están plenamente introducidas en el mercado desde hace mucho tiempo".

Además, destaca que la planta de Carcesa en Mérida dispone de "la última tecnología", está ubicada "en un sitio magnífico" y su plantilla ya está "reducida", al limitarse a 106 operarios.

Respecto a las promesas de la familia Ruiz-Mateos de conseguir un fondo de inversión que resolviera la situación de Carcesa, el alcalde emeritense indica que "fue otro engaño". "Lo pusimos todos en cuarentena y resultó que era mentira".