El dirigente de Convergencia i Unió Josep Antoni Duran i Lleida vuelve a girar la cabeza hacia Extremadura y Andalucía para defender los intereses políticos del nacionalismo catalán. Como ha hecho en otras ocasiones, el diputado ha criticado durante este fin de semana la continuidad del subsidio agrario del Plan de Empleo Rural --el conocido como PER--, por considerarlo discriminatorio. "No hay derecho a que mientras un agricultor catalán no puede coger alguna fruta porque no le sale a cuenta, en otros sitios de España, con nuestra contribución, reciben un PER para que pasen el resto de la jornada en el bar de su pueblo", manifestó el sábado durante la celebración del consejo nacional de su partido.

El dirigente catalán quiso matizar ayer estas palabras, asegurando que no pretende criticar al pueblo extremeño ni al andaluz, sino a sus gobernantes. Así, explicó a través de su blog en internet que "no es la primera vez ni será la última que critique el sistema de prestaciones existente en el mundo rural andaluz y extremeño. Lo hago y lo seguiré haciendo no como menosprecio, ni insulto, ni tan siquiera crítica al pueblo andaluz o extremeño". Duran i Lleida puntualizó que no comparte "en absoluto" el principio de las "sociedades subsidiadas", porque las considera condenadas al fracaso y "tienden a ser más cautivas del poder político".

En esta línea criticó el fraude que se realiza en algunos casos con el PER, "porque una una parte de los beneficiarios, no todos, hacen otros trabajos en la economía sumergida".

Pese a la matización, el diputado de CiU ha recibido numerosas críticas. El PSOE extremeño le acusó ayer de "arrear improperios" contra los jornaleros extremeños y andaluces para ganar votos. Y el diputado andaluz del PSOE Alfonso Guerra lamentó que "un señor (Durán i Lleida) que vive en el Hotel Palace en Madrid (por su actividad parlamentaria) considere derroche 400 euros para un agricultor".