La empresa pública Gpex ha enviado cartas de preaviso a 620 trabajadores en las que les comunica que sus contratos finalizan el 31 de diciembre. Así lo ha avanzado este mediodía el consejero de Administración Pública, Pedro Tomás Nevado-Batalla, después de que el Consejo de Gobierno haya aprobado esta mañana varias encomiendas de gestión para que las realice Gpex, tales como la realización del plan de calidad de la Consejería de Fomento, la prestación del servicios de ITV en varias localidades y la I+D+i de la Dirección General de Modernización e Innovación Tecnológica. El consejero, sin embargo, no dió ninguna cifra sobre cuántas de estas personas podrían trabajar en estos nuevos encargos ni cuántos empleos suponen los mismos, y se limitó a decir que "en su momento se procederá al proceso de selección" del personal para estos trabajos.

En todo caso, dejó claro que lo que se está haciendo con los trabajadores de Gpex es aplicar la legalidad en materia laboral, recalcando que se trata de encomiendas de gestión "temporales", por lo que no puede asegurar, insistió, "que vayan a continuar en el tiempo". Además, destacó que hasta la fecha "solo se ha despedido a una persona, un alto cargo, en Gpex, el resto son finalizaciones de contrato".

Respecto a las protestas del comité de empresa sobre la situación de los trabajadores y la actitud de la dirección de la empresa a la que acusan de falta de diálogo, Nevado-Batalla avaló el trabajo de los responsables de Gpex con su director a la cabeza y señaló que "no se le puede acusar de cercenar información y de no estar dispuesta al diálogo", recalcó que la empresa "estaba sobredimensionado, sobre todo en alquileres, que estaban blindados, y en alquileres", y acusó a los anteriores gestores de haberles dejado "una herencia envenenada" por el "encadenamiento de contratos y el fraude laboral" que se ha producido durante años. A este respecto, indicó que en los últimos meses 74 empleados han convertido en indefinidos sus contratos "y esa cifra se ampliará".