"Hablo inglés y francés, y tengo conocimientos de italiano, muchos menos de portugués y algo de griego moderno". Es parte del currículum de la profesora y escritora extremeña Pilar Galán. Apasionada de las letras desde pequeña, estudió Filología Clásica y ahí sintió la curiosidad por seguir formándose en las lenguas modernas que hoy conoce. "Me parece que si uno conoce el idioma en el que hablan otras personas conoce también su cultura. Por eso cuando se pierde una lengua se pierden las cosas que se nombran con esa lengua y me parece de respeto para las personas que lo hablan. Creo que cuantas más formas de hablar conoces tienes una visión más ancha del mundo. Es como leer libros, aprendes a leer a las personas".

Galán reconoce que le hubiera gustado vivir un tiempo en el extranjero --"nunca es tarde, quizás cuando llegue la jubilación"--, "pero en mi época no existían esas becas y los cursos que había tenían precios astronómicos". Por eso recurrió a la Escuela Oficial de Idiomas para formarse. Y no descarta volver. "Tengo la costumbre de ser madre y no sigo estudiando idiomas, pero en cuanto tenga tiempo me apetecería mucho volver para aprender chino o alemán, no por la crisis, sino porque me parece una lengua preciosa". ¿Qué le ha permitido conocer varios idiomas? "Leer autores en su propio idioma, es un lujo y una gozada. Aunque sea una lengua muerta leer La Odisea en griego no tiene comparación con una traducción por muy buena que sea. Es lo mismo que leer a Shakespeare en inglés o a Molière en francés. Ver lo que ha escrito el propio autor gana mucho".