Hace un lustro que se aprobó, con la etiqueta de hito , la primera fórmula que acercaba a los trabajadores por cuenta propia a aquellos que cotizan en el régimen general en cuanto a protección ante el desempleo. Pero los números dicen que está bastante lejos de serlo: en 2015 solo 124 emprendedores solicitaron acogerse a esta prestación y apenas una cuarta parte lo cobró.

La clave no solo está en que son muy pocos los que cotizan por esta prestación, sino que además sigue habiendo muchas trabas para acceder a ella a pesar de que los criterios se flexibilizaron en el 2015. En los años anteriores los datos fueron aún peores: en el 2014 se presentaron 159 solicitudes, de las que 37 se resolvieron favorablemente; mientras que en el 2013, de las 253 presentadas, solo 58 obtuvieron respuesta positiva.

"La trabas que hubo inicialmente ha provocado que vaya calando el mensaje de que no sirve para nada", lamenta Fernando Segador, responsable de OPAEX (Organización de profesionales autónomos). Es cierto que en los primeros años el desarrollo del decreto convertía en algo casi imposible acceder a la prestación y el año pasado se suavizaron los trámites, lo que se espera que contribuya a mejorar los datos. Pero no es el único problema porque, según ATAEX, apenas un 20% cotiza por este concepto, que sigue sin ser obligatorio en el sector servicios: más de la mitad de los autónomos.