Extremadura cuenta con 221 enfermos de párkinson por cada 100.000 habitantes, es decir unas 2.500 personas, un número ligeramente superior a la media española y europea, según un estudio farmaepidemiológico presentado ayer por los doctores José Manuel Fuentes e Ignacio Casado.

Los resultados de este informe, elaborado como tesis doctoral por Aurora Alvarado, fueron dados a conocer ayer en el Foro Social Ciberned 2016, que se celebra en Mérida con motivo del Día Mundial del Párkinson y a cuya inauguración han asistido el consejero de Sanidad y Políticas Sociales, José María Vergeles; el alcalde emeritense, Antonio Rodríguez Osuna; y el expresidente extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra.

Según José Manuel Fuentes, el estudio epidemiológico incluye datos por distintas áreas de salud y permite comprobar que las que presentan una mayor prevalencia de la enfermedad son las Don Benito-Villanueva y Navalmoral de la Mata, comarcas eminentemente agrícolas y cercanas en ambos casos a los 280 enfermos por cada 100.000 habitantes. La que menor prevalencia presenta, de acuerdo con esta investigación, es la de Cáceres, con unos 180 afectados por cada 100.000 habitantes. La investigación contempla también el coste farmacológico de la enfermedad de párkinson en Extremadura, que en 2014 se elevó a algo más de cinco millones de euros.

José Manuel Fuentes, que forma parte de Ciberned, el grupo de investigadores en red sobre enfermedades neurodegenerativas, ha recordado que el párkinson es una dolencia asociada a dos factores de riesgo, los genéticos y los medioambientales.

FACTOR AMBIENTAL "Hay una teoría muy extendida según la cual la exposición a pesticidas y plaguicidas de uso en el entorno agroganadero puede participar en el origen de esta enfermedad", señaló este investigador, lo que el estudio epidemiológico elaborado en Extremadura pondría de manifiesto con una mayor incidencia en comarcas eminentemente agrícolas de Navalmoral y Don Benito-Villanueva.

Fuentes puntualizó que "eso no deja de ser nada más que una observación epidemiológica, no se puede decir nada más", por lo que sería necesaria una mayor investigación con respecto a determinados productos que "producen a nivel molecular un cuadro similar al que tienen los enfermos de párkinson", sustancias que "incluso son capaces de reproducir síndromes parkinsonianos en muchos modelos animales, incluidos los primates superiores".

De igual forma, para el consejero de Sanidad y Políticas Sociales, José María Vergeles, el estudio epidemiológico realizado en Extremadura "arroja cifras muy interesantes en las que habrá que seguir investigando, pero que nos abre un amplio camino para intentar introducir la prevención". En ese sentido, puso de relieve que el hecho de que haya una prevalencia mayor en Extremadura "nos habla de que no solo tenemos que echarle la culpa a factores genéticos, sino también mediaombientales" y destacó que la región tiene la suerte de contar "con uno de los grupos de investigación más punteros" que existen en España sobre la enfermedad que ha permitido conjugar en la región "la empatía entre la investigación y la atención más directa a las personas" afectadas.