Es una de las veteranas de Fuentecapala tras 43 años ligada a la empresa, toda una vida. Elvira Barrado llegó con 14 años a la empresa textil morala, como tantos de la zona y como tantos de la empresa ha pasado toda la vida allí, hasta ahora. Por eso dice que lo que más le duele no es verse en la calle, sino hacerlo "casi con una mano delante y otra detrás después de haber dedicado toda la vida a la empresa". Ayer estuvo en Mérida esperando a ver si de la mediación de la Fundación de Relaciones Laborales salía una oportunidad. "Lo hemos ido asumiendo porque esto ha sido en realidad un proceso de siete años", dice. Ese es el tiempo entre el primer ERE de 2009 y el que cerrará la relación de Fuentecapala en la región. "En este tiempo se ha ido deslocalizando el trabajo y me voy con pena, porque son 40 años y porque con la edad que tengo (57 años) ¿quién me va a requerir? ¿qué otra empresa me va a contratar tal y como está la situación en España?", dice.