Los derivados del cerdo ibérico continúan abriéndose camino en otros mercados fuera de la península Ibérica. «Cifras reales de lo que se está exportando de cerdo ibérico no hay. Los códigos arancelarios son los mismos para un jamón serrano que para uno ibérico, para un chuletero de cerdo blanco que para otro de ibérico. De esta forma es casi imposible saber qué parte de ibérico es la que está saliendo a exportación», resalta Jaime García, director comercial de Montesano. No obstante, afirma, «que hay un mayor interés en el extranjero, no solo por los jamones, sino por las carnes de ibérico, eso es algo que resulta evidente». Esta empresa, que cuenta con instalaciones en Jerez de los Caballeros, fue «pionera» en mercados como Japón, China, México o Australia. «Quizás son en los que tenemos más presencia ahora mismo pero hay otros como Corea o Canadá que también son muy importante para nosotros», señala.

«El sector ha sabido abrir muy bien otros mercados», sostiene Elena Diéguez, que añade que se ha pasado de exportar un 10% de la producción total de jamones y paletas ibéricos «a estar en un 20% o un 25%». «Es muy importante que un producto tan emblemático como este se sitúe en mercados exteriores», asevera.