¿Es más efectivo enfrentarse a una asignatura suspensa en la ESO en junio o en septiembre? La respuesta no parece clara y en cada comunidad se sigue una política distinta, aunque cada vez más regiones se han abonado al mes de junio. Tanto es así que hay al menos ocho autonomías que en los últimos años han decidido adelantar las repescas mientras el resto mantiene las pruebas de recuperación en septiembre y solo han adelantado, como mucho, los exámenes para segundo de Bachillerato.

En este último grupo se encuentra Extremadura. En el año 2004 se estableció junio como fecha para la convocatoria extraordinaria en Secundaria en la región y tras más de una década así, fue en el 2011 cuando se trasladaron de nuevo los exámenes a septiembre para los cuatro cursos de la ESO y para 1º de Bachillerato. Y así continúan desde entonces y continuarán, porque la Consejería de Educación es partidaria de mantener las fechas actuales mientras otras comunidades están volviendo a optar por junio. Las últimas regiones en sumarse, no sin polémica, han sido La Rioja o Madrid, que este pasado curso se han apuntado a la experiencia que ya lleva años funcionando en Navarra, el País Vasco, Cantabria, la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha o Canarias.

Tan solo hay una excepción en Extremadura con el segundo curso de Bachillerato, cuyos alumnos tienen las recuperaciones en junio desde que, en 2014 y a raíz de la entrada del Plan Bolonia, se adelantó la convocatoria extraordinaria de selectividad de septiembre a junio para unificar el sistema y posibilitar así también el adelanto del inicio del curso universitario a principios de septiembre.