La complicada situación política que empezó a vivirse en Cataluña desde septiembre del pasado año motivó, inevitablemente, que el cava extremeño saliera ganando. Desde Almendralejo aumentaron la ventas en España y en el extranjero, rondado los 6 millones de botellas. Los propios bodegueros reconocían que el contexto nacional era un factor (surgieron varias campañas de boicot a los productos catalanes, entre ellos el cava), pero detrás de ese incremento está, sin duda, la mejora cotinua de este caldo regional, cuya calidad va in crescendo cada temporada; cada vez es un producto más competitivo.

Dentro de España está empezando a despuntar Madrid como demandante del cava de Almendralejo, aunque también destacan zonas como el norte de Castilla y León, Asturias, Santander y la costa andaluza. Más allá de las fronteras nacionales, el caldo extremeño llega a casi toda Europa, pero en los últimos años fundamentalmente Bélgica.