«Siempre me hizo gracia Pretty Woman. Una mujer que entra y sale de la prostitución cuando le da la gana y como le da la gana, y encima encuentra el amor verdadero... Me pregunto de dónde sacarán esas historias los guionistas del cine y la televisión. Sé que si las cuentan es porque venden más y porque así lavan las conciencias de mucha gente. De los clientes, que siempre quieren sentirse limpios, pero son los que sostienen el negocio, para empezar. De la sociedad, que mira para otro lado y es cómplice de lo que sufren ellas. De quienes las explotamos, que intentamos justificar lo injustificable...».

«Jugábamos con ventaja, también porque las campañas del Gobierno y la policía estaban llenas de mujeres encadenadas, como si fueran perros y con esposas en las muñecas, que las hacían parecer delincuentes en lugar de víctimas. Las nuestras, por el contrario, se ilustraban con rostros de chicas jóvenes, guapetonas, sonrientes y con cara de felicidad... ¡No había color!».

Son párrafos que se recogen en El Proxeneta, de Mabel Lozano. Una obra que pone luz al turbio negocio de la prostitución, la esclavitud sexual y la trata de mujeres. La realidad queda al descubierto. Lozano llegó a este libro tras años de investigación y de trabajo. Experimento «un viaje» que la trasladó a uno de los lados más salvaje del hombre. El Proxeneta llegó también después de dirigir el documental Chicas nuevas 24 horas, nominado a los premios Goya (2015) y los Platino (2016). En ambos su autora trata de concienciar qué existe realmente dentro de esos clubs nocturnos que se reparten por las carreteras de España. En Extremadura hay en torno a 45, donde más de 1.500 mujeres son esclavas sexuales. Algunos han cerrado porque el negocio se está trasladando también a pisos de alquiler.

Hasta el 31 de octubre

Desde hoy y hasta el próximo 31 de octubre, la Fundación Cepaim lleva a la casa de la cultura de Talayuela una exposición de 12 láminas fotográficas basada en ese documental Chicas nuevas 24 horas y enmarcada en el proyecto Hombres que sueñan con la igualdad (financiado por la Diputación de Cáceres y con el apoyo del Ayuntamiento de Talayuela). «La actividad está dirigida especialmente al público joven y a los hombres, al tratarse de una actividad de sensibilización contra el consumo de prostitución», explica desde Cepaim.

Las mujeres (a veces son menores de edad) que sufren esta realidad son víctimas de una de las peores caras de la violencia machista.