Nació en el año 2013 para sanear el sector financiero. Su objetivo, deshacerse de los activos inmobiliarios que tenían ‘hipotecados’ a bancos y cajas de ahorro y en Extremadura ha conseguido hacer caja. El conocido como ‘banco malo’, la Sareb (Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructura Bancaria), ha vendido 1.360 activos en la comunidad desde que comenzó a funcionar, lo que ha supuesto un montante de casi 92 millones de euros. Del total de propiedades, 747 son viviendas cuya venta ha supuesto a la Sareb más de 55 millones de euros.

En el balance de estos últimos seis años destacan dos: el 2014 y el 2016. El que fuera el segundo año de actividad fue el más productivo, ya que en el 2014 se vendieron 409 unidades por los que se ingresaron 23 millones de euros. «Destacan de ese año 215 viviendas por valor de algo más de 19,7 millones ubicadas en Badajoz, Cáceres, Almendralejo y Hervás», precisan desde la Sareb.

El segundo año con más ventas fue el 2016, cuando se produjeron 250 operaciones por valor de 21,8 millones de euros. De esa anualidad, la Sareb también destaca la venta de 126 viviendas de Badajoz, Cáceres y Almendralejo por casi diez millones de euros, además de otros 12 millones que le reportó deshacerse de 52 suelos. En los años que lleva de actividad, las viviendas vendidas se ubican principalmente en las ciudades de Cáceres, Badajoz y Almendralejo, aunque también hay algunos inmuebles en Hervás y Plasencia.

ACTIVOS EN INTERNET / Tras estas ventas, a cierre del 2018 el ‘banco malo’ mantenía unos 1.744 activos en Extremadura, entre los que destacan 776 viviendas, 347 suelos y 432 anejos y garajes, según los datos facilitados. Basta con entrar en su página web (www.sareb.es) para encontrar muchos de ellos: oficinas en el centro de Cáceres desde 55.000 euros, trasteros por 5.000, adosados de reciente construcción desde 200.000 euros o suelos por hasta 900.000 euros.

No obstante, la presencia del ‘banco malo’ en Extremadura es residual, ya que esas propiedades que tiene en la actualidad apenas suponen el 1% de lo que mantiene la Sareb en el conjunto de España. «Hay que tener en cuenta que la cartera procede de las entidades financieras que recibieron ayuda pública, por lo que hay comunidades en las que nuestra cartera es reducida, como es el caso de Extremadura», explican desde esta sociedad.

No obstante, la venta de activos no es la única actividad que tiene la Sareb en Extremadura. A finales del 2016 firmó un convenio con la Junta de Extremadura mediante el cual el ‘banco malo’ le cedió 45 viviendas durante al menos cuatro años para ofrecerlas en régimen de alquiler asequible. «La selección de las viviendas se realiza en función de las necesidades que indica la administración y de la disponibilidad por nuestra parte», indica la Sareb. A cambio de la cesión, el ‘banco malo’ percibe una contraprestación fija mensual de 75 euros en el caso de las viviendas ocupadas y de 125 euros cuando se trate de viviendas vacías, con los que hace frente a los gastos de seguros, comunidad y reparaciones extraordinarias, tal y como establece el acuerdo.

Desde la firma de dicho convenio, las viviendas pasaron a estar gestionadas por la Junta que es quien determina quiénes son las familias en situación de vulnerabilidad que deben acceder a las mismas. Esta actuación forma parte del plan de colaboración con las comunidades y grandes ayuntamientos impulsado por la Sareb «para contribuir a mitigar el problema de la vivienda social, en la medida de lo posible y de acuerdo con nuestra misión desinversora», apuntan. Hoy en día cuenta con un parque de vivienda social de 4.000 inmuebles y con acuerdos con once ayuntamientos y diez comunidades, entre ellas Extremadura. «En la actualidad, estas instituciones gestionan casi 2.500 de estas viviendas y estimamos que unas 6.000 personas se benefician de las mismas».