La edad trae consigo dificultades. Una de tantas es el sentimiento de soledad de las personas mayores, que a veces, puede no estar condicionado con el hecho de estar solo, que también. Sin embargo, uno de los factores que puede desencadenar este afecto y quizá el más importante es la desvinculación del mundo laboral. «El sentimiento de soledad puede desarrollarse a raíz de una jubilación, la viudedad, la pérdida de algún familiar que a esa edad se afronta de otro modo, etcétera», explica, desde su percepción personal, Isabel Arribas, directora del centro de día Campomayor de Badajoz. Pero, ¿a quién le compete luchar para que se encuentren integrados en la sociedad? La clave está en instituciones como el Servicio Extremeño de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia (Sepad). Sin embargo, las familias son también un pilar al tratarse de su entorno más cercano.

Desde el Sepad aseguran que se trata de una institución que está inmersa en el abordaje de este sentimiento de soledad, vinculado al envejecimiento poblacional y al reto demográfico. Por ello, procura facilitar la accesibilidad a recursos y prestaciones de servicios, además de promover procesos de participación comunitaria.

Actualmente, las medidas que mantiene activa la entidad contra este fenómeno son directas o indirectas (a través de centros, actividades, acompañamiento, etcétera). Algunos de los recursos directos son, por ejemplo, el tejido asociativo de mayores a través de la Federación de Voluntarios Mayores de Extremadura (Fevomex), que cuenta con representación en 19 municipios de la región y cuyas sedes se vinculan a la red de centros de mayores que pertenecen al Sepad. Su labor es ejercer un voluntariado social que palia estas situaciones de soledad. Otro ejemplo es el convenio de la entidad autonómica con la Unión Democrática de Pensionistas (UDP) para el desarrollo de un programa de prevención de este afecto, que consiste en un servicio de teleasistencia avanzada dirigido a mujeres de zonas rurales. También cuentan con un teléfono gratuito a disposición del conjunto de la ciudadanía, el número es 900 13 14 15, donde se pueden denunciar de forma anónima situaciones detectadas de este sentimiento en personas mayores y posibles situaciones de abandono. Después de la llamada, se iniciará un contacto con los Servicios Sociales de Atención Social Básica para que se intervenga. Su horario es ininterrumpido de lunes a viernes desde las 8.00 hasta las 20.00 horas.

Por otro lado, de manera indirecta, contribuyen con una red de 37 centros de mayores públicos, pertenecientes también a esta institución. Estos hogares cuentan con 143.311 socios, según los datos facilitados por el organismo. «Sirven como punto de encuentro para personas mayores en muchos municipios, ofreciendo contenidos que, entre otras cosas, favorecen el contacto social y la permanencia en el domicilio», explica José Vicente Granado, director gerente del Sepad.

Asimismo, las plazas que oferta la institución en las 30 residencias repartidas por toda la región suman 2.815. Por provincias, Badajoz cuenta con 18 residencias, lo que supone 1.496 vacantes en total. En cuanto a Cáceres, que suma 12 centros en la provincia, cuenta con un conjunto de 1.319 plazas. Del total, el cupo que está destinado a personas autónomas son 961 y las que corresponden a personas dependientes, que según el grado que padezcan necesitan más o menos atención, ascienden a 1.854.

Igualmente, según informa el Sepad, han iniciado algunas actividades piloto vertebradas a través de programas intergeneracionales donde grupos de alumnado de centros educativos de enseñanzas medias realizan acompañamientos a personas mayores en sus domicilios, produciéndose intercambios de distinta tipología entre generaciones. A fin de cuentas, se trata además de un método para que aprendan ambos colectivos.

Ley de dependencia, los datos / Las cifras que recoge el Sepad de la Ley de Dependencia en la región, a fecha de 30 de junio de 2019, son que desde la puesta en marcha de la misma, en el año 2007, han atendido a 56.000 solicitudes. De estas, con derecho a prestación son 34.202. Además, el perfil de las personas que más solicita este tipo de ayudas es el de una mujer con una edad superior a los 80 años. Igualmente, un 25%, aproximadamente, de las personas con resolución, que ahora suman 47.800, tienen un grado I, esto significa dependencia moderada. Existe el grado II, que corresponde a la dependencia severa y el grado III, equivalente a una gran dependencia. Del mismo modo, casi el 45% de las prestaciones ofrecidas son económicas vinculadas a un servicio. Esto es, las ayudas que se conceden para la adquisición de algún apoyo en empresas del sector concertadas.

No obstante, también se ofrecen recursos no económicos a través de la ley de dependencia como la oferta de plazas en residencias, centros de día, teleasistencia y ayuda a domicilio.