Hace 45 años que Antonia Vaquero levantó por primera vez la persiana de su negocio; una tienda de alimentación en Alagón del Río, un pueblo próximo a Coria que tiene unos 900 habitantes. Tenía los 18 años cumplidos cuando decidió dar el paso de convertirse en empresaria, en un momento en el que aún no muchas mujeres lo hacían. «Era una mujer sobresaliente», recuerda Rocío Quijada, que regenta ahora la tienda de alimentación Candy al 50% con su cuñada Mari Carmen Sánchez (hija de la fundadora del negocio). El local sigue teniendo alma familiar, pero los cambios en los hábitos de compra, el envejecimiento de la población y la pérdida de habitantes entre los más jóvenes están empezando a hacer mella. Y eso que con la perspectiva de las Navidades, la clientela se multiplica en el establecimiento en busca de carnes de calidad por encargo para las cenas familiares de estas fechas y el ajetreo recuerda a los mejores años. «La verdad es que ahora vivimos casi de los olvidos de la gente, y del día a día» afirma Quijada.

El punto de inflexión para su negocio fue la apertura de un supermercado de la cadena Mercadona en Plasencia, que está a unos 28 kilómetros de la localidad. Desde entonces, calculan que han perdido a la mitad de la clientela y la que va lo hace de un modo distinto; ya no son las grandes compras de entonces.

«Las grandes superficies nos tienen fritos. Ahora la gente va al supermercado a hacer la compra porque allí pueden encontrar todo y aquí, aunque tenemos una oferta muy amplia, no puede haber de todo», explica. Así que el recurso de Candy ha quedado relegado a eso que no entró en la lista de la compra. «Son compritas pequeñas y eso apenas da para vivir», asegura.

Como en otros pueblos pequeños, la falta de oportunidades ha hecho retroceder el censo en Alagón. «Mucha gente se ha ido porque no hay empleo y la final eso se nota. De los siete bares que había, quedan tres», apunta. Y en el caso de su negocio, aguantan porque no precisan de grandes inversiones. «Podemos comer de lo que hay en la tienda, pero no tenemos sueldo», dice.