Ayuda a evitar complicaciones en partos de alto riesgo y puede salvar la vida de la madre y el niño (o ambos) en situaciones de emergencia, pero en la región son ya uno de cada tres bebés los que llegan al mundo mediante cesárea. Según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el 29,4% de los partos atendidos en los hospitales de la región culmina con una intervención quirúrgica, una cifra que sitúa a Extremadura como la segunda comunidad de España donde más cesáreas se practican. Además, con este porcentaje, Extremadura duplica las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que establece que solo entre el 10% y el 15% de los partos deberían atenderse en quirófano.

¿Acaso tienen las mujeres extremeñas más dificultades para parir ? «La respuesta es no», explica Elena Gil, portavoz de la asociación El Parto es Nuestro, una agrupación formada por profesionales y usuarias que pretende mejorar las condiciones de atención a madres e hijos durante el embarazo, el parto y posparto en España. Aunque en determinados casos una cesárea es inevitable, a su juicio no hay una causa fisilógica que explique las diferencias tan grandes que se dan entre regiones y los propios hospitales de una misma comunidad en la tasa de intervenciones, más allá de «las diferentes maneras de atender el embarazo, el parto y los protocolos a seguir».

Según los datos del INE, en Extremadura se produjeron un total de 7.706 partos en 2018 y de ellos, 2.201 se atendieron mediante cesárea, ya fuera esta programada o urgente. A nivel nacional, fueron 372.777 los alumbramientos atendidos, de los cuales 97.804 terminaron en intervención. Esto arroja una media nacional del 26,23%, pero los porcentajes cambian de forma significativa entre una comunidad y otra. La región con mayor tasa de cesáreas por encima de la media nacional es la Comunidad Valenciana con un 30,6%, seguida de Extremadura con ese 29,4%, la ciudad autónoma de Melilla (28,7%), Cataluña (28,6%), Andalucía (27,6%), Castilla-La Mancha (27,4%) y Murcia (26,9%). Según El Parto es Nuestro, hay margen para bajar estas cifras y la muestra es que «los hospitales que se han puesto las pilas lo han conseguido». Como ejemplo, los centros de Asturias, Navarra y País Vasco, donde la tasa de cesáreas se sitúa en todos los casos por debajo del 20% y en País Vasco llega incluso a ser del 15,8%.

«Si hay apoyo del personal sanitario y de la Administración para que esto cambie, mejorarán la tasas», asgura. Dotar a los equipos del personal adecuado (matronas, fundamentalmente), fomentar su interés por atender el parto de la forma más natural posible y contar con salas de dilatación bien equipadas (luz tenue, ambiente íntimo y relajado, etc.) son algunas de las claves que plantean desde la asociación para reducir estas cifras que también sitúan a España a la cabeza de Europa en este ámbito.

«CAMBIO DE MENTALIDAD» / Con ese objetivo, el Servicio Extremeño de Salud (SES) puso en marcha en el año 2013 la Estrategia para la Atención al Parto Normal, que se ha venido desarrollando desde entonces en todos los centros sanitarios de Extremadura. Este protocolo incluye una guía de prácticas clínicas basadas en la evidencia científica para el fomento del parto natural, incluidos los casos en los que el bebé viene de nalgas y el segundo alumbramiento para las madres que ya tienen una cesárea anterior. Con esta estrategia también se puso en marcha el Plan de Parto, que es un documento que se entrega a la mujer para que pueda plasmar sus preferencias a la hora de dar a luz.

Pero lo cierto es que en estos seis años, poco se ha avanzado en la materia. Según los datos del INE, en este periodo la región no ha logrado bajar nunca de una tasa de cesáreas del 28%, y de hecho en 2018 alcanzó su pico más alto con ese casi 30%. Una tendencia al alza que reconocen desde la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales. «Son muchas las causas que propician estas cifras», señalan fuentes del departamento que dirigie José María Vergeles. Entre ellas cita «la mejora de las técnicas quirúrgicas, que conllevan cada vez menos riesgo», o «la medicina defensiva que ante indicios de algún riesgo prefiere la cesárea». Pero también la edad cada vez mayor de las mujeres que dan a luz, la obesidad o el aumento de los partos múltiples derivadas de las técnicas de reproducción asistida. Así, señala que si bien la OMS recomienda un índice de cesáreas de entre el 10 y el 15%, «en el mundo desarrollado este indicador es bastante superior, en tonro al 22%. Como curiosidad, señala que en Brasil un 77% de los partos son por cesárea.