El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ha detectado 158 infracciones en Extremadura en el marco de la operación Mizu, encaminada a controlar y detectar actuaciones irregulares sobre los acuíferos subterráneos y superficiales en todo el territorio nacional. La operación se puso en marcha el año pasado, poco después del caso del niño Julen, que falleció tras caer y quedar atrapado en un pozo de sondeo sin señalizar y se ha desarrollado durante cinco meses, por lo que además de vigilar la conservación medioambiental, también se ha controlado la seguridad de las instalaciones.

En Extremadura se han llevado a cabo un total de 80 inspecciones en el marco de esa actuación, de las que 67 se han sido en la provincia de Badajoz y en ellas se han detectado un total de 122 infracciones, ninguna penal. En cuanto a Cáceres, se han practicado un total de 13 inspecciones por la provincia en las que el Seprona localizó 36 infracciones. Tampoco hubo detenidos en este caso, por lo que las infracciones darán lugar a expedientes administrativos por parte de la administración de corresponda, y podrán concluir con una sanción.

«Las más comunes han sido las infracciones sobre la normativa de aguas, de minas y de ordenación del territorio», explica la sargento Ana Prieto, de la oficina de prensa del Seprona. La mayoría de las infracciones, de hecho, están relacionadas con cuestiones como carecer de la documentación o de la licencia preceptiva para realizar un pozo de sondeo, no tener habilitadas medidas de seguridad, carecer de contadores volumétricos o incluso por llevado a cabo cambios de uso de secano a regadío sin autorización. En varias de las inspecciones practicadas, se localizaron distintas infracciones.

«La seguridad de los pozos es una de las cuestiones en las que más se han centrado las inspecciones realizadas, junto con las perforaciones ilegales», señala la sargento. Era la primera vez que se coordinaba una actuación de estas características a nivel nacional y la idea es intensificar la vigilancia este año con una nueva oleada de actuaciones para poner coto a una práctica que está amenazando el futuro de los acuíferos.

1.800 inspecciones /En el marco de la operación Mizu, el Seprona ha llevado a cabo un total de 1.800 inspecciones en toda España, que se han saldado con 107 personas detenidas (ninguna de ellas en Extremadura) y la localización de 1.457 instalaciones ilegales, de las que 1.410 son pozos de sondeo y otras 47 son balsas.

Además se han formulado 2.198 infracciones.