La mayoría absoluta del Grupo Socialista en la Asamblea ha rechazado la petición unánime de la oposición para crear una comisión de investigación que aclare los incumplimientos del protocolo de vacunación que, a su juicio, ha habido en Extremadura y que los socialistas consideran una "caza de brujas".

La comisión de investigación, que ha sido solicitada por el Grupo Parlamentario del PP, ha contado con el apoyo de Unidas Por Extremadura y Ciudadanos, que coinciden en la necesidad de dar transparencia al "oscurantismo" del proceso, en el que se han vacunado altos cargos de la Junta y dirigentes socialistas "que no están en la primera línea" de la lucha contra el virus.

El portavoz del PP, Luis Alfonso Hernández Carrón, ha recordado casos como el de la directora del SEPAD en Badajoz, del Centro Sociosanitario de Plasencia y concejala socialista y el de la directora de Régimen Económico del Área de Salud, en los que, en su opinión, no se cumplen los criterios científicos, éticos ni legales que recoge la estrategia nacional de vacunación.

A su juicio, lo que sí ha habido es un "abuso de poder", con modificación de los protocolos de vacunación, eliminando el criterio de en función del riesgo de exposición, con el único fin de dar cobertura a estas irregularidades y ha incidido en que el carné del PSOE se ha convertido en "cartilla de vacunación".

Hernández Carrón ha rechazado que se trate de una "caza de brujas" o un intento de criminalizar, sino más bien de una "caza de granujas" y ha lamentado que el PSOE extremeño vaya en esta ocasión en contra de la estrategia del partido a nivel nacional, que sí está adoptando decisiones con los que se saltan el orden de vacunación.

El portavoz de Ciudadanos, David Salazar, y el de Unidas Por Extremadura, Joaquín Macías, han coincidido en que esta comisión de investigación aportaría "transparencia y ejemplaridad", además de "certezas y seguridad" a los ciudadanos en un momento como el actual.

Para Salazar, todo lo que se argumenta para pedir la comisión de investigación "debería ser asumible" y cree que este tipo de actuaciones ponen de manifiesto ante el ciudadano que "no se está a la altura" y ha añadido que rechazando la comisión "se da alas" a los que utilizan la vacunación como "arma arrojadiza" y buscando el "linchamiento y la persecución".

Por su parte, Joaquín Macías, que ha recordado que su formación ha llevado ante la Fiscalía este proceso de vacunación, ha afirmado que el utilizar el cargo público para aprovecharse de la situación "solo merece la condena y el rechazo", ya que se traslada imagen de impunidad, además de que poner de manifiesto una mala organización.

Sin embargo, la portavoz socialista, Catalina Paredes, ha justificado la negativa de su grupo en que es una "trampa política", que busca la crispación, con "un triste numerito político a costa de la vacuna", así como perseguir y desprestigiar a profesionales que están trabajando sin descanso.

Paredes ha reiterado que en Extremadura no se ha modificado el protocolo, ni se ha vacunado a ningún alto cargo, y ha añadido que esta comisión es "una artimaña sucia para sembrar dudas".

En esta misma sesión, también la mayoría socialista ha rechazado una propuesta de impulso de Ciudadanos, enmendada por Unidas por Extremadura, que instaba a la Junta a comprometerse a dar toda la transparencia necesaria sobre los criterios y protocolos de vacunación, así como pedir la dimisión o cesar a los cargos públicos que lo incumplan.

La propuesta, que también ha sido apoyada por el Grupo Popular, pretende, según el portavoz de Ciudadanos, David Salazar, generar confianza en los ciudadanos, "que están hartos del goteo de políticos que se saltan el protocolo", no ha sido respaldada po los socialistas, que han reiterado que "nada aporta", solo "sembrar dudas".