Aún tendrán que esperar 14 días para que el servicio de cenas se acerque a la ‘normalidad’ con el cierre a la 1.00 que se prevé para esta fase pero, de momento, haber ganado una hora más de actividad hasta la medianoche es para el sector hostelero el balón de oxígeno que llevaban mes y medio demandando. Afrontan con optimismo el fin de semana, aunque la mayoría considera que la falta de certezas (las medidas no se publicaron hasta le jueves por la tarde en el DOE y se concretaron ayer) y la coincidencia con la eliminación del cierre perimetral de la región (se recupera la posibilidad de viajar) no asentará la actividad hasta la próxima semana.  

«El próximo fin de semana sí notaremos más el impacto del nuevo horario nocturno. La gente tiene que adaptarse a las nuevas medidas», dice Juan Miguel Palacios, del restaurante Albalat en Cáceres. Ellos, aún así, ya tienen demanda reservas para cenas.

La flexibilización que se ha aprobado para el sector es, en esencia lo que estaban demandando. Desde ayer pueden incrementar su aforo en el interior de los locales hasta el 50% (estaba en el 40%) con mesas de 6 personas y en las terrazas hasta el 85% (el límite estaba en 75%) con hasta 10 comensales por mesa. En todo caso el gran avance para ellos es el incremento de la actividad en una hora (a los 14 días se podrá incrementar hasta la una de la madrugada), que les permite reactivar el 50% de la actividad en sus establecimientos. Aun así, temen que el ocio se pueda descontrolar cuando la gente salga de sus locales, en fiestas privadas, y que eso cause retrocesos.

«Nos hubiera gustado poder ampliarlo ya hasta la una de la madrugada. No entendemos por qué tenemos que cerrar a las doce de la noche, pero la gente puede seguir de copas tras la cena en casa del amigo», apunta Manuel Moreno, presidente de la Confederación Empresarial de Turismo de Extremadura (Cetex). También critica el escaso margen que les han dado para adaptarse a le nueva situación: «vamos tarde en estas decisiones, pero el sector está demostrando una enorme capacidad para adaptarse. No nos queda otra», dice.

Para la el dirigente de la Asociación de Empresarios de Servicios Turísticos de Extremadura (Setex), Antonio Martínez, la ampliación permite «recuperar ya buena parte de la actividad» y el límite de aforos que aún habrá en los locales lo ve como algo comprensible. «Es mejor que vayamos poco a poco», aunque también discrepa de la decisión de permitir la movilidad, más allá del horario de cierre que se les ha impuesto. «Va a favorecer el ocio descontrolado», lamenta. 

Desde Fexbares valoran la puesta en pie de la flexibilización que demandaban aunque consideran que llega tarde: «Nos dijeron que se iban a tomar medidas para no perder el mes de mayo, pero vamos a perder la primera quincena», lamenta Jose Parodi, portavoz del colectivo. Aun así, destaca el avance que supone: «No recuperaremos la normalidad, pero a menos ya tenemos algo más», subraya.

Y el ocio nocturno sigue a la espera

«Tengo compañeros que están muy mal económicamente, que se han comido el ahorro, tienen empleados en ERTE y no saben si van a poder aguantar. La situación es muy complicada», dice Juan Miguel Olmeda, empresario de ocio nocturno con tres locales en Cáceres y Guadalupe. Las restricciones no les impiden abrir, pero el límite de horario hasta las doce de la noche sí les impide ocupar el espacio que tienen ellos en el ocio (el último tramo de la noche y la madrugada). 

Olmeda ha optado por cerrar de momento algunos de sus negocios y adaptar otros a las circunstancias. En Guadalupe, donde tiene dos establecimientos con licencia de café concierto que frecuenta gente joven, ha cerrado uno de ellos y en el otro la instalado un horno de pizzas que le esta permitiendo mantener la actividad y la clientela.

Algunos negocios se han adaptado y subsisten abriendo antes, pero la mayoría está ya al límite

En Cáceres, donde regenta la conocida Velvet en la Madrila, optó por adelantar el horario de apertura (dentro de lo que establece su licencia) y ahora a las siete de la tarde tiene el local lleno. «Me está permitiendo no tener pérdidas, pero no se puede mantener un negocio solo porque no tiene pérdidas. Hay que ganar dinero también para vivir», dice el empresario. Asume que «debe prevalecer siempre la salud» pero lamenta que la responsabilidad de los contagios se esté depositando en el sector. «En mi local de Cáceres, por responsabilidad, tenemos menos mesas de las que permitidas, cuatro personas que vigilan que se cumplan las normas y hemos hecho una inversión de 3.000 euros para adaptarnos. Yo controlo mi negocio, pero no sé qué va a hacer la gente ahora cuando se marche a partir de las doce de la noche», lamenta. 

«El turismo tarda en reactivarse, pero somos optimistas»

El sector turístico ve el horizonte más despejado después de que el cierre perimetral que impedía la llegada de visitantes a Extremadura desde la pasado 17 de marzo se eliminara este viernes. La mayoría no esperan mucho del fin de semana, pero la ausencia de restricciones en la movilidad les hace ser «optimistas» con lo que queda de primavera, la gran temporada de visitantes en la región. «Se ven las cosas de otra forma. El turismo tarda en reactivarse, pero ahora podemos ser optimistas porque la gente va a poder llegar», dice Victoria Bazaga, presidenta de la Federación de Asociaciones de Turismo Rural de Extremadura (Fextur).

Te puede interesar:

También la Asociación de Propietarios de Apartamentos Turísticos (Aptuex) celebra la apertura. «Hay establecimientos que ya tienen reservas este fin de semana y muchos más para el siguiente», dice María Fernández. El colectivo ya había notado esta semana más movimiento con reservas para el verano ante el inminente fin del estado de alarma y los cierres.

En el caso del turismo rural lamentan, eso sí, que el hecho de que se hayan concretado las medidas con la semana tan avanzada no les ha permitido llevar a cabo ninguna acción para atraer a visitantes ya este fin de semana y depositan sus esperanzas en el siguiente: «este va a ser un fin de semana tristemente perdido en primavera, pero ya tenemos más posibilidades y tenemos abierta la hostelería, que es el complemento que necesitamos», apunta.