La Junta de Extremadura, a través de los incentivos agroindustriales, ha dotado con 29 millones de euros de presupuesto a 127 proyectos. Se trata, en palabras de la consejera de Agricultura, Desarrollo Rural, Población y Territorio, Begoña García, de “un fiel reflejo de la pujanza del campo extremeño”.

En la rueda de prensa de presentación de estas ayudas, la consejera ha destacado que en 2020, el año de la pandemia, se ha trabajado “codo a codo” con el sector agroalimentario para sacar adelante esta convocatoria.

Es algo que demuestra, a su juicio, las “ganas y la necesidad de invertir y de seguir avanzando” para mejorar la competitividad, dar mayor valor añadido al producto, diversificar y obtener mayor número de productos, crear y desarrollar la empresa agroalimentaria, generar y fijar empleo en el medio rural, proteger el medio ambiente con inversiones más eficientes y fomentar el uso de las energías renovables.

La consejera de Agricultura ha anunciado también que este año la convocatoria para incentivar la agroindustria extremeña, con cargo a los fondos Next Generation de la Unión Europea, contará con 25 millones de euros de presupuesto y estarán centrados a energías renovables, eficiencia energética y a la digitalización del sector agroindustrial.

De las 175 solicitudes presentadas en 2019, se han aceptado 127, con una solicitud de inversión de 80 millones de euros y una aprobación de inversión final de 76 millones destinada a la pequeña y mediana empresa.

Han sido dos empresas las que más presupuesto han obtenido, un 31%, debido a la inversiones en economía verde y circular. Son el Consorcio Oleícola Extremeño, en Mérida, con una inversión aprobada de 4,7 millones de euros y una subvención concedida de casi un millón y medio de euros; y el Complejo Ibérico de Extremadura (matadero de Zafra), que cuenta con una inversión aprobada de 20 millones de euros y una subvención concedida de más 6 millones de euros.

Sobre el matadero de Zafra, la consejera ha indicado que “es más que un proyecto, es la unión de siete empresas extremeñas y dar la opción a los ganaderos a que ahorren costes y se queden en su tierra”. Y para que siga adelante, continúa, “resultan imprescindibles los incentivos agroindustriales”.

Entre los sectores más representativos, Begoña García ha señalado los 32 beneficiarios de frutas y hortalizas, 31 de aceite, 21 de cárnico y 17 de cereales y pienso. En menor medida se encuentran otros sectores, como el aderezo o las conservas vegetales.

Los municipios con mayor número de resoluciones concedidas son Don Benito (8), Mérida (6) y Cabezuela del Valle (5). Los proyectos que se han promocionado son 21 empresas nuevas o traslados y destacan, por su inversión, el Complejo Ibérico de Extremadura, la almazara de Lobón y la cooperativa ‘La Sagrada Familia’, la almazara en Zurbarán.

Como proyecto innovador, se encuentra la fábrica de extracción de jugo de aloe vera ecológico de la empresa Dehesa San Salvador, en Don Benito, que cuenta con una inversión de 448.000 euros y una subvención del 30%.

Por último, cuatro centros productivos de tres empresas diferentes contemplan criterios de economía circular, siguiendo la estrategia de economía verde y circular auspiciada por la Junta de Extremadura, que suponen en torno a 3 millones de euros de inversión, por los que obtienen una subvención del 10%.