Ya están en Extremadura. Son cuatro familias con menores de edad (el más pequeño, de cuatro años) que se alojan en pisos de Navalmoral de la Mata y Mérida; cada localidad acoge a dos unidades familiares. Se esperaban 20 personas pero finalmente han llegado, de momento, 14. Su recibimiento ha sido gracias a la Fundación Cepaim, que se ha encargado de todo el protocolo necesario para recogerlos y ubicarlos. De este modo, los primeros refugiados afganos ya han dado los primeros pasos para formar parte de la sociedad extremeña

Aterrizaron en la base de Torrejón de Ardoz, es allí donde se les hace la prueba PCR para comprobar que están libres de covid, y después se han trasladado a la comunidad, a la que llegaron en la noche de este martes.

Estos refugiados son parte del grupo que ha colaborado con los ejércitos de España y de la OTAN en Afganistán y han tenido que salir del país para garantizar su seguridad por el polvorín que se vive estos momentos. 

Desde el aeropuerto de Kabul

Estas personas partieron desde el aeropuerto de Kabul después de sufrir un contexto de caos y ahora llegan a Extremadura en condición de asilo tras el visto bueno del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

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De momento, desde la Junta de Extremadura, que ofreció colaboración en el proceso de acogida, no han hecho declaraciones ni han anunciado ningún protocolo paralelo.

Escolarización, idioma, trabajo, relación con la comunidad de vecinos...

  • Lo prioritario para estas personas ahora mismo es el empadronamiento, la tarjeta sanitaria y la escolarización de los menores que tienen a su cargo.
  • Posteriormente se les atenderá con una posible asistencia psicológica por si tuvieran indicios de algún tipo de trauma por los sucesos vividos y se les dará apoyo para el aprendizaje del idioma «como factor prioritario para facilitar su integración en el territorio». Esta primera fase puede durar entre tres y seis meses.
  • Las fases posteriores pueden llegar hasta un máximo de 24 meses y buscan caminar hacia la autonomía e integración de estas personas en la localidad de acogida «trabajando, por ejemplo, en su inserción laboral entre otras acciones que fomenten la creación de relaciones con los actores clave del territorio como son sus nuevos vecinos y vecinas», explican desde Cepaim.