El Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura, reunido hoy en sesión extraordinaria, ha fijado un calendario que permitiría a la región entrar en la fase de 'nueva normalidad' en la semana del 27 de septiembre. Esto implicaría la eliminación de todas las restricciones, incluidas el toque de queda y la limitación de aforos, de manera que solo habría que seguir cumpliendo la denominada 'regla de las seis emes' (mascarillas, lavado de manos, metro y medio de distancia, menos contactos, más ventilación y me quedo en casa).

Este acuerdo lo ha dado a conocer en rueda de prensa el consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, quien ha explicado que este calendario es posible debido a que el proceso de vacunación "va bien", a pesar de que siempre habrá un 10% de personas que no quieran vacunarse. Pese a ello, la cobertura de vacunación podría llegar al 90% a lo largo de este mes. La situación epidemiológica ha mejorado en la región, que ayer salió del riesgo extremo y ya se sitúa en riesgo alto, con una incidencia acumulada a los 14 días que está en 203,99 casos por cada cien mil habitantes. «La situación es mejor que otras semanas», ha manifestado Vergeles, aunque a su juicio «no es para estar conformes, porque nos queda bastante trabajo por delante».

Según lo recogido en el calendario, siempre y cuando los parámetros de control de la pandemia sigan siendo positivos, el Consejo de Gobierno acordará el próximo 15 de septiembre que la región pase al nivel 2 de alerta sanitaria. De esta forma, el horario de cierre en establecimientos de hostelería y restauración se prolongaría hasta las tres de la madrugada y se abren los locales de ocio nocturno y salas de juego con un aforo del 30%. En los lugares de culto los aforos se elevan al 50%, mientras que en los recintos deportivos, tal y como establece la normativa estatal, se fijan en un 60% en los espacios abiertos y en un 40% en los cerrados.

Ya en la semana del 20 de septiembre, se aprobaría el paso de toda la comunidad al nivel 1 de alerta, con el objetivo de que en la semana del 27 se pudiera alcanzar la denominada ‘nueva normalidad’. «¿Significa este calendario que ya nos podemos relajar? La respuesta es no», ha subrayado Vergeles, quien ha apuntado a su vez que «si no nos implicamos será difícil poder cumplirlo». En esta línea, el responsable de la sanidad pública extremeña ha enfatizado que la transmisión comunitaria del virus sigue «descontrolada», pero que como los indicadores de incidencia y predictivos siguen a la baja se puede plantear el cambio de nivel de alerta y la reducción de las restricciones.

En este periodo que se abrirá a finales del mes de septiembre, el Servicio Extremeño de Salud (SES) prestará especial atención al ámbito educativo, controlando los contagios que pudieran producirse dentro de las aulas y, a nivel universitario, haciendo un llamamiento a evitar las novatadas que impliquen riesgo de contagios. Asimismo, el consejero ha avanzado que se pondrán en marcha dos planes preventivos y de actuación en las residencias de mayores de la región, así como en los centros hospitalarios.