Extremadura ha amanecido este martes teñida de color sepia. Un polvo rojizo cubría los coches y un ambiente enrarecido parecía indicar que podría haber un gran incendio cerca. Pero nada más lejos de la realidad. La culpa de esta situación de calima la tiene la borrasca ‘Celia’ que, instalada en el Golfo de Cádiz, está expandiendo el polvo del Sáhara por toda la Península. Los meteorólogos llaman a este fenómeno intrusión de aire africano y no es excepcional en Extremadura, aunque sí más notable en los meses de verano y cuando hay olas de calor, pero de menor densidad. «Es normal porque nos encontramos muy cerca de África y todos los años suele haber episodios de calima, pero es cierto que en esta ocasión hay una concentración de polvo bastante más elevada. No es de récord, pero no se repite tan habitualmente con esta densidad», explica Marcelino Núñez, delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). 

La invasión de polvo empezó este martes por la mañana siendo más notable en la parte este de la región, pero empeoró a lo largo del día y este miércoles se espera que continúe. «Se extenderá durante dos o tres días, podría llegar hasta el jueves, aunque irá descendiendo», añade Núñez. Y en algunos puntos concretos podrían caer ligeras precipitaciones que, mezcladas con el polvo, supondrían lluvias de barro.

¿Por qué se produce? «Los vientos en las borrascas giran en sentido contrario a las agujas del reloj y como la borrasca está instalada en el Golfo de Cádiz, lo que hace es bajar a África, succionar polvo del Sáhara y soltarlo en la Península», señala el meteorólogo. Así, la peor situación se ha vivido en el este del país, en el área del Mediterráneo, donde zonas como Murcia o Almería han amanecido con un cielo completamente naranja, pero a lo largo del día los vientos han ido expandiendo esas partículas de polvo en suspensión por todo el territorio, llegando incluso a la parte más occidental de Extremadura. De hecho, las zonas más afectadas en la región han sido Monfragüe, Plasencia o Cáceres, aunque el viento acabó repartiendo el polvo por toda la comunidad. 

Las peores consecuencias de este fenómeno se detectan en la calidad del aire, cuyos parámetros habitualmente son favorables en Extremadura, pero ayer empeoraron considerablemente (especialmente las micropartículas PM10, tóxicas para el ser humano). Al mediodía había una estación de medición, la ubicada en Monfragüe, con una calidad del aire «muy desfavorable» (una calificación raramente alcanzada en Extremadura) y otras tres estaciones, la de Cáceres, Plasencia y Mérida con un registro «desfavorable». En el resto de estaciones, según Núñez, la situación ha empeora por la tarde, ya que la mayor concentración de polvo del Sáhara se esperaba sobre las ocho de la tarde. 

Te puede interesar:

Y ante esta situación atmosférica, se recomienda mantener cierta prudencia, especialmente aquellas personas que sufren de asma o de otras enfermedades respiratorias. Se aconseja, además, no realizar actividad física en los exteriores mientras dure el fenómeno y protegerse con mascarillas FFP2 por la calle. 

Previsión de la llegada de polvo africano para este miércoles. windy.com