El Índice de Precios de Consumo (IPC) subió un 10,3 por ciento en el mes de marzo en Extremadura con respecto al mismo mes del año anterior, lo que supone medio punto más que la media nacional. Con respecto al mes anterior, los precios experimentaron un alza de un 3,1 por ciento, una décima más que en el conjunto del país. No se experimentaba este alza desde 1985, hace 37 años.

Por sectores, los precios subieron en Extremadura en marzo en Vivienda, que se ha incrementado un 40,6 por ciento con respecto al mismo mes del año anterior, y en Transporte, que ha subido un 20,6 por ciento, seguido de Alimentos y bebidas no alcohólicas, que subieron un 6,8 por ciento, y Hoteles, cafés y restaurantes, un 4,5 por ciento. También se incrementó el IPC de los sectores de Menaje, un 3,2 por ciento; Bebidas alcohólicas y tabaco, un 3 por ciento; Otros, un 2,4 por ciento; Ocio y Cultura, un 1,3 por ciento; Enseñanza, un 1 por ciento, y Medicina, un 0,5 por ciento.

Por su parte, los sectores que bajaron sus precios en marzo en Extremadura con respecto al mismo mes del año anterior fueron Vestido y Calzado, que descendió un 0,6 por ciento, y Comunicaciones, que bajó un 0,5 por ciento.

En el conjunto nacional, el Índice de Precios de Consumo (IPC) subió un 3% en marzo en relación al mes anterior y elevó de golpe su tasa interanual más de dos puntos, hasta el 9,8%. Según el INE, la subida interanual del IPC hasta el 9,8% se debe al repunte de los precios de la electricidad y del gasóleo para calefacción; al incremento de los precios de los carburantes para vehículos personales; al aumento de los precios de la restauración y los servicios de alojamiento, y al encarecimiento «generalizado» de los alimentos, especialmente del pescado y el marisco, de la carne, de las legumbres y hortalizas, y de la leche, el queso y los huevos.

Nadia Calviño 

La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, consideró ayer que la inflación ha alcanzado unos niveles «inaceptables» y que el Ejecutivo «trabaja intensamente» en varios frentes para reducir los precios de la energía, la principal causa del alza. Calviño hizo estas declaraciones, a preguntas de los periodistas, en una rueda de prensa tras reunirse en Mérida con el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara.

Desde el sindicato UGT se indicó que el alza disparatado de los precios es «preocupante» para la economía regional y refleja la urgente necesidad de gestionar los precios de los productos de primera necesidad y conseguir salarios dignos para que las personas trabajadoras no pierdan más calidad de vida. UGT manifestó que, con independencia de las acciones que se pongan en marcha desde el gobierno, existe la imperiosa necesidad de un aumento salarial inmediato, ya que es «inaceptable que los trabajadores sean quienes asuman todo el esfuerzo y además pierdan poder adquisitivo».

El sindicato CCOO, por su parte, reclamó la inclusión en la negociación de los convenios colectivos de cláusulas de garantía salarial que permitan afrontar el empobrecimiento de la población ante una escalada de los precios que ha situado la inflación en la región en un «inasumible» 10,3 por ciento. El sindicato señaló que ha propuesto a la patronal una fórmula realista que garantice el poder adquisitivo de las personas asalariadas y no provoque un riesgo inflacionario posterior.

Finalmente, la Confederación de Empresarios y Autónomos de Extremadura (CEADE) calificó de «insostenible» para familias y empresas los datos del IPC. Según señalaron, la subida real del IPC es mayor, «porque las empresas están amortiguando las subidas, ya que no han repercutido en la medida exacta esta subida a sus clientes, algo que debería ser compensado».