CIFRAS DEL INstituto nacional de Estadística RELATIVAS A LA COMUNIDAD AUTÓNOMA
Solo un 15% de municipios extremeños logra no perder población en el último lustro
Apenas 54 localidades de un total de 388 tienen un balance demográfico positivo entre 2017 y 2022. Entre las de mayor tamaño, Don Benito, Mérida y Almendralejo son las que evitan los números rojos
Poco más de medio centenar de localidades extremeñas han logrado escapar a la pérdida de habitantes en el último lustro. En concreto, han sido 54, a las que hay que sumar otras dos que se han quedado tal y como estaban al arrancar 2017, conforme a las últimas cifras oficiales de población de los municipios españoles que ha publicado recientemente el Instituto Nacional de Estadística (INE) a partir de la revisión del padrón municipal a 1 de enero de 2022.
En conjunto, todos ellos representan menos de un 15% de los 388 municipios que se reparten entre ambas provincias extremeñas. En la de Cáceres, estos cinco años se han saldado con una disminución de 12.231 empadronados, un 3,1% del total (de 400.036 a 387.805). La tendencia a la baja no ha tenido un patrón definido en términos de dimensión de las poblaciones, afectando por igual tanto a las de menor tamaño, con un puñado de ellas que han llegado a perder hasta una quinta parte de sus habitantes en este lapso temporal, como a las más grandes.
Entre estas últimas, han ido a la baja todas ellas, con Plasencia a la cabeza, tras retroceder en 1.113 habitantes. A continuación aparecen Trujillo, con 579 empadronados menos (que suponen más de un 6% de la población que tenía al inicio del periodo); Navalmoral de la Mata (-513);Cáceres capital (-461);Coria (-421); Arroyo de la Luz (-321); Miajadas (-315); y Valencia de Alcántara (-260).
«En el último lustro se observa cómo la regresión demográfica ha hecho metástasis en casi todo el territorio regional»
En esta misma línea, Badajoz ha continuado sufriendo también este progresivo descenso poblacional. El conjunto de municipios de la provincia pacense contabiliza un saldo negativo de 12.913 personas en este intervalo (un 1,9%, de 679.884 a 666.971), si bien aquí algunas de las poblaciones más importantes sí que presentan un cómputo favorable:la que más es Don Benito, con 386 ciudadanos más, por encima de Mérida (137) y Almendralejo (129).
«En el último lustro se observa cómo la regresión demográfica ha hecho metástasis en casi todo el territorio regional, encontrándose en decadencia ambas provincias», resume Julián Mora Aliseda, catedrático de Ordenación del Territorio y Políticas de Sostenibilidad Ambiental de la Universidad de Extremadura, si bien, puntualiza, porcentualmente la situación «es mucho más preocupante en la provincia cacereña». Este declive, agrega, es ya la tónica habitual también en la mayor parte de las ciudades más pobladas de la comunidad autónoma y de él no se libran ni siquiera núcleos como Talayuela, «tradicional núcleo receptor de inmigrantes».
En este sentido, de entre las tres únicas ciudades que experimentan un comportamiento positivo en estos cinco años: Don Benito, Mérida y Almendralejo, apunta que solo la primera de ellas se «ha mantenido en una constante progresión desde 1991 hasta la actualidad». En cuanto a Almendralejo, recuerda que viene «de haber perdido en el lustro anterior a este unos 1.500 habitantes» (cuenta con 33.669 vecinos actualmente, lejos de su nivel máximo, que marcó en 2013 con más de 35.100), mientras que Mérida ha retrocedido en cien empadronados en el último año.
Ámbito rural
Dentro del ámbito rural, también han sido pocas las localidades que han conseguido mantener población desde que comenzó 2017. Fundamentalmente se trata de aquellos municipios que, explica este experto de la UEx, gracias «al retorno de dos o tres familias y algún jubilado aparecen con un ligero crecimiento».
Jaraíz de la Vera (+71);Escurial (+69);o Arroyomolinos (+57), constituyen algunas de las pocas localidades que presentan alzas significativas. Son las excepciones, porque la situación general a lo largo de esta media decena de años es la de «total decrepitud», lamenta.
En los núcleos rurales de la provincia de Cáceres la tendencia es básicamente la misma ya se observe la evolución demográfica en sus zonas de montaña, como Descargamaría (-18,5%) o Barrado (-16,7%); en sus áreas de penillanura, como Pedroso de Acim (23,2%) o Herrera de Alcántara (-15,4%); o en los municipios del área metropolitana de Cáceres, como Casar, Malpartida y, especialmente, Arroyo de la Luz.
Por lo que respecta a las comarcas rurales de la provincia de Badajoz, resalta, también hay espacios completos como La Siberia que se han dejado en estos cinco años «de media casi un 15%» (Risco, por ejemplo, alcanza el -19,3%). «Salvo pequeños islotes, el resto del territorio regional está exangüe», advierte Mora Aliseda, para quien se hace «más necesario que nunca la puesta en marcha de grandes proyectos que actúen como «anclaje territorial» antes de que sea demasiado tarde».
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