Estados Unidos pondrá en marcha una comisión que se encargará de supervisar el retorno al Kurdistán de decenas de miles de kurdos desplazados por el régimen de Sadam Husein. Así lo reveló ayer el líder de la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK), Jalal Talabani, tras la reunión en Suleimaniya con el administrador civil de Irak, el estadounidense Jay Garner, y el jefe máximo del Partido Democrático del Kurdistán (PDK), Masud Barzani.

El reto de esta comisión será resolver los conflictos que surjan entre las poblaciones kurda y árabe. Algunas familias árabes del norte de Irak han denunciado que integrantes de las milicias kurdas les han ordenado dejar sus casas y les han amenazado con vengarse de la represión durante el Gobierno de Sadam. Sin embargo, Talabani y Barzani se han comprometido ante Garner a que no habrá represalias.

Se calcula que unos 200.000 kurdos fueron expulsados sólo de la ciudad de Kirkuk en el marco del proceso de arabización emprendido por el régimen en el norte del país.

Por otra parte, fuentes de EEUU anunciaron en Washington que la reunión entre Garner y los líderes de la oposición iraquí prevista para el sábado ha sido pospuesta hasta el lunes por el mal tiempo que se espera este fin de semana en Bagdad.