El Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, se ha mostrado este lunes "seguro" de que, tras lo vivido con el coronavirus, se dotará a la UE de "más competencias para hacer frente a pandemias".

"Ahora hemos tenido una (pandemia) y puede que haya más", ha advertido Borrell, quien ha apuntado que está "sobre la mesa" el "dotar a la Unión de más competencias en los temas de salud, pues actualmente tiene "muy pocas".

Así lo ha señalado en una rueda de prensa ofrecida en Santander justo antes de inaugurar la novena edición del seminario 'Quo vadis Europa' que, un año más, dirige dentro de la programación de los Cursos de Verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) y que, en esta ocasión, versa sobre la capacidad de la UE como actor geopolítico de la escena internacional.

Borrell ha reconocido que la UE no se concibió para hacer frente a crisis sanitarias "porque antes no las había" y, por tanto, "no se consideró necesario", algo que, sin embargo, puede cambiar tras la crisis generada por el coronavirus.

A su juicio, esta crisis sanitaria ha hecho que los ciudadanos hayan tenido "ocasión de percibir" y hayan "tomado conciencia" de que "la UE nos hace más fuertes y más capaces" ya que "cada vez hay más problemas que no tienen una solución nacional", como, según ha dicho, ha sido la pandemia.

En este sentido, ha reflexionado acerca de lo que podría haber ocurrido si, en lugar de haber acudido todos los países de la UE a comprar juntos vacunas contra la Covid-19, cada uno de ellos hubiera ido por su cuenta a "llamar a la puerta" de los productores de las mismas en "orden disperso" y "tratando cada uno de salvar su bien", entrando en competencia entre ellos y recibiéndolas antes quien pagase más.

"El actuar conjuntamente tiene un premio", ha defendido Borrell, quien ha considerado que, frente a las "amenazas" que pesan sobre Europa, hay "muchos países que si estuvieran solos no tendrían donde agarrarse".

El mundo 'postpandemia'

Borrell ha reconocido que el coronavirus "ha cambiado todos los parámetros de las escena internacional" y ha pronosticado que el mundo al que se va después de la pandemia será "mucho más desigual, más asiático y más digital", tres características, según ha dicho, "no necesariamente buenas" todas ellas.

A su juicio, en ese mundo habrá muchas más desigualdades entre países y también en el propio interior de los países, habrá una aceleración del desplazamiento de poder económico hacia el sureste asiático y será más digital tras haber descubierto el mundo la utilidad de los instrumentos digitales que han entrado en la vida cotidiana con la Covid-19.

Además, ha advertido que "será un mundo más peligroso también" en el que se habrán "exacerbado las tensiones y los conflictos" y estará dominado por la rivalidad "inevitable y lógica" entre China y Estados Unidos.

También considera que será un mundo "muy multipolar pero menos multilateral", algo que, en su opinión, no interesa a Europa. "Nos gustaría que el mundo fuera más multilateral porque si no lo es acabará siendo un mundo donde se impondrá la ley del más fuerte", ha advertido.

Borrell ha defendido que, en este mundo postpandemia de rivalidad entre China y Estados Unidos, Europa tiene que "buscar su lugar" e intentar lograr una posición que no sea de "dependencia" de ninguno de estos dos actores sino en la que pueda "defender sus propios intereses".

"Será difícil pero será la prueba de fuego de la existencia de Europa como poder geopolítico", ha afirmado. Pese a todo, Borrell ha reconocido que la UE "siempre estará más cerca de Washington que de Pekín" pues comparte con Estados Unidos sistema político y, aunque con diferencias, también económico, algo que, sin embargo, "no quiere decir que nuestros intereses coincidan siempre".

Borrell ha comparecido en rueda de prensa acompañado por la vicesecretaria general de la UIMP, Carmen Losa, y por el ex primer ministro italiano y actual líder del Partido Democrático, Enrico Letta, quien ha defendido que el futuro de Europa "debe ser unido y más fuerte" para hacer frente al "desafío" que supone para la UE el binomio China-Estados Unidos.

"Tenemos que estar unidos", ha insistido Letta, quien considera que para ello y para hacer una "Europa más fuerte" la UE debe superar el problema que, a su juicio, supone el derecho de veto en determinados temas, como, por ejemplo, en el ámbito de los Asuntos Exteriores.

Además, ha asegurado que España e Italia "marcarán el rumbo" del resto de países europeos en la aplicación de los fondos de desarrollo Next Generation y ha asegurado que la forma en la que estos países gasten el dinero "será decisiva para convencer al resto de países".