Preocupación fronteriza

Polonia y los estados bálticos piden a Bielorrusia que expulse a Wagner de su territorio

El presidente bielorruso Alexander Lukashenko medió durante la rebelión wagnerita de junio y ofreció su territorio como nueva sede para los mercenarios

Mercenarios del grupo Wagner.

Mercenarios del grupo Wagner. / EFE

Àlex Bustos

Después del fallido motín del pasado 24 de junio contra el Ministerio de Defensa ruso, el grupo de mercenarios Wagner cambió San Petersburgo por Minsk y se mudó a Bielorrusia. Se les permitió seguir existiendo fuera del país y a la práctica se les perdonó la rebelión. Sin embargo, el grupo conocido por sus brutales métodos genera nervios en los países más cercanos, como es el caso de EstoniaLetoniaLituania Polonia.

El ministro del interior polaco Mariusz Kaminski aseveró el pasado lunes que han pedido “al régimen de Lukashenko que expulse al grupo Wagner de Bielorrusia inmediatamente”, después de una reunión junto a sus homólogos de los países Bálticos. El presidente bielorruso Alexander Lukashenko medió durante la rebelión wagnerita de junio y ofreció su territorio como nueva sede para los mercenarios, a los que apoyó logísticamente e incluso les cedió una antigua base militar para que la usasen como centro de operaciones.

Según fuentes del mismo gobierno de Minsk, cerca de 10.000 soldados de Wagner se encuentran en su territorio. Aunque perdieron a la mayor parte de su cúpula tras el presunto accidente de avión que mató tanto al líder mercenario Yevgueni Prigozhincomo a Dmitri Utkin, su número dos, se prevee que hombres de confianza del presidente ruso Vladímir Putin pasen a liderar a “los músicos” y que Wagner siga siendo un activo ruso importante en el continente africano.

Expresidiarios y migrantes

Una de las imágenes más recordadas sobre Wagner es de su reclutamiento en centros penitenciarios rusos, donde bajo permiso del Kremlin, reclutó a presidiarios de diferentes partes de Rusia a cambio de que lucharan durante unos meses en Ucrania bajo el mando de Prigozhin. Además del perdón, independietemente de los años de condena que les quedaran, también se les ofrecía salarios por encima de la media en Rusia. Fuentes de activistas por los derechos de los presidiarios apuntaron que de esta forma reclutaron a cerca de 50.000 hombres encarcelados.

Este origen presidiario preocupa a Polonia, que recuerda que entre los hombres de Wagner hay "algunos que han sido liberados de las cárceles con la promesa de luchar en Ucrania, y ahora están muy desmoralizados y acusados de crímenes contra la humanidad".

Además de la presencia de los mercenarios, Polonia también denuncia el uso que Bielorrusia hace de los migrantes, a los que utilizaría como herramienta de desestabilización contra Varsovia. Según fuentes polacas este año 19.000 personas de diferentes países han intentado entrar en territorio polaco desde Bielorrusia este año, más que en todo 2022, que fueron 16.000.

En noviembre 2021 Minsk presionó a la Unión Europea (UE) trayendo entre 10.000 y 15.000 personas a las que prometió poder cruzar la frontera, principalmente de Iraq y Siria. Atraídas por las promesas y por las facilidades que se les ofreció para poder llegar hasta Bielorrusia, se encontraron con hoteles llenos y algunos tuvieron que dormir en la calle o en el bosque bajo temperaturas bajo cero. Además del frío, se toparon con la negativa de Polonia a dejarles pasar a territorio europeo, que usó la fuerza para impedir que cruzaran.