Cincuenta y cinco españoles han sido secuestrados en los últimos quince años mientras participaban en labores humanitarias, incluidos los dos cooperantes apresados la noche del sábado en Rabuni (Argelia), donde se alojan los trabajadores de los campos de refugiados saharauis.

El primero de los raptos tuvo lugar en 1996, cuando varios cooperantes de Acción contra el Hambre, entre ellos el madrileño Alvaro Parages, fueron secuestrado por un grupo guerrillero checheno. El único español fue puesto en libertad minutos después, mientras que a un francés y un británico los mantuvieron en cautiverio hasta el 22 de agosto. Dos años más tarde los misioneros Fernando Aguiló y José Luis Garayoa, así como el cooperante farmacéutico Antonio Mateu, fueron capturados por un grupo rebelde en Sierra Leona y días más tarde liberados. Meses después, guerrilleros de las FARC retuvieron durante un mes en Colombia a la cooperante Camino Villanueva Rodríguez, de Médicos sin Fronteras (MSF).

En 1999, también un grupo de guerrilleros colombianos secuestraron en la Amazonía ecuatoriana a varios cooperantes de la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica, entre ellos el español Ander Mimenza, su hermana María Jesús y el esposo de ésta Jesús María Maguriagoicoetxea. Todos quedaron en libertad semanas después, como otros 37 españoles que fueron retenidos durante horas por los habitantes de la localidad colombiana de San Pablo en el 2001. Se oponían a que la caravana en la que viajaban los activistas llevara toneladas de medicinas y alimentos a poblaciones dominadas por el Ejército de Liberación Nacional.

Tres años después, en el 2004, secuestraron durante dos días en Brasil a tres religiosos, entre ellos el español Juan Carlos Martínez en Brasil, en la revuelta de los terratenientes contra el anuncio del Gobierno de Lula da Silva de declarar reserva indígena la zona Raposa Serra do Sol, en Roraima. Y en el 2006, el cooperante español Roberto Vila, jefe de misión de la ONG Asamblea de Cooperación Por la Paz, corrió la misma suerte en el centro de la franja de Gaza por un grupo de cuatro individuos armados.

La médico española Mercedes García fue raptada en el 2007 junto a la enfermera argentina Pilar Bauza, ambas cooperantes de MSF en Bossaso en la región de Puntlandia (Somalia). En el 2009 secuestraron a tres cooperantes de Barcelona-Acció Solidaria en Nuadibú. Antes del secuestro de ayer, el último se produjo hace menos de quince días, cuando Blanca Thiebaut, de 30 años, y la catalana Montserrat Serra, de 40, ambas empleadas del aparato logístico de MSF en Kenia, en el campo de refugiados de Dadaab, fueron secuestradas y aún siguen retenidas.