Marina Isla de Valdecañas lleva una década en pie viendo la vida pasar a medio gas. El complejo es un remanso de paz que, a pesar de estar construído solo en su primera fase, cuenta con multitud de opciones para disfrutar del ocio y el descanso: un campo de golf con 18 hoyos que ocupa más del 30% de la isla, una playa artificial, varias piscinas, un puerto deportivo con 76 atraques, un campo de fútbol, diez pistas de pádel, cinco de tenis, dos polideportivos y hasta un recinto hípico. Además, cuenta con varios apartamentos y casi 200 villas de lujo que fueron comercializadas en su día por una sociedad liderada, entre otros, por un sobrino del rey emérito. Y también dispone de un hotel de 4 estrellas (en el proyecto constaba otro de 5 estrellas) con 80 habitaciones.

En todas estas instalaciones la vida ha continuado durante esta década pero el complejo no es ajeno a su realidad y la actividad es menor de lo que se esperaba. «Los fines de semana sobre todo es cuando se nota más movimiento en la zona», señalan algunos visitantes, aunque cada vez tiene menos vida, apuntan otros.

De momento, la isla sigue activa: en Airbnb se pueden alquilar varias de sus villas de lujo a 200 euros la noche, en portales inmobiliarios online como Idealista o Milanuncios.com continúan en venta chalets que superan los 200.000 euros y su único hotel sigue admitiendo reservas.